Plenario de Feletti en Atlanta

Plenario de Feletti en Atlanta

La nueva corriente política porteña de centro izquierda que lidera Roberto Feletti, junto con Néstor Bilancieri, Antolín Magallanes, Fernando Muñoz y Mónica Guariglio, hará este sábado a las 10 su segundo plenario. Allí se ultimarán los detalles del documento constitutivo, que define entre otras cosas que "la crisis política se supera con política". También se definirá el día y el lugar del lanzamiento de la corriente ibarrista-kirchnerista


El secretario de Infraestructura y Planeamiento de la Ciudad, Roberto Feletti, encabezará el segundo plenario de la corriente política porteña que creó junto a Néstor Bilancieri, Antolín Magallanes, Fernando Muñoz y Mónica Guariglio. En el acto, que se hará en Atlanta, en Humboldt 390, se discutirán los términos de un documento constitutivo a la vez que se decidirá el día y lugar para el acto público de lanzamiento de la nueva corriente.

A continuación NOTICIAS URBANAS reproduce el boceto de documento constitutivo sobre el que trabajarán este sábado, entre otros, Feletti, Magallanes, Muñoz y Guariglio:

"La crisis que surca a nuestro gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, tiene su fundamento en la dificultad manifiesta de ocupar el espacio político que nos dio origen, la centro izquierda, y desde ese lugar liderar una coalición definida y enmarcada por la propuesta y la acción desarrollada por el gobierno nacional.

El escenario argentino, a partir del abordaje y resolución de algunos problemas que limitaban las posibilidades de crear las bases de un modelo de desarrollo, prácticamente ausente desde hace tres décadas, ha creado condiciones inmejorables para el despliegue de proyectos de gestión local progresistas. De hecho, las tres principales ciudades del país tienen gobiernos con esa impronta.

Sin embargo, las contradicciones internas de nuestro gobierno han impedido aprovechar este cuadro de situación. En efecto, cuando el nuevo escenario planteado jaquea espacios de poder minúsculos e insostenibles, y no obstante, éstos prevalecen en la toma de decisiones, es evidente que se ingresa en un terreno de crisis acelerado, en el que cualquier detonante alcanza impactos imprevisibles.

Esto es en definitiva lo que ha ocurrido con nuestro gobierno, y todavía es tiempo de resolver la crisis asumiendo la oportunidad histórica que tenemos delante.

Es imprescindible que nuestro gobierno instale una agenda de políticas públicas de largo aliento que sirvan de base para trazar una acuerdo hacia el 2007 con el gobierno nacional.

Políticas públicas que por otra parte no nos son extrañas ni ajenas sino que deben constituir el núcleo duro del programa de gobierno del próximo bienio.

Las primeras están ligadas a consagrar la democracia participativa contenida en la Constitución del ´96 de la cual fuimos sus principales redactores: la implementación de las comunas, una adecuada reglamentación del presupuesto participativo, la puesta en marcha de un sistema de planificación urbana que armonice el espacio público con el desarrollo económico y la inversión privada y una reforma política que intente mejorar la representatividad de los dirigentes. Son todas tareas demoradas en su implementación, que requieren de grandes consensos y tiempos de maduración, pero que de modo alguno colisionan con los objetivos de un gobierno nacional, que se ha planteado la refundación de la política y de las instituciones del país.

El segundo punto es el plan de infraestructura que esta desplegado, que requiere también continuidad política de largo plazo, para elevar las condiciones de integración urbana, calidad de vida y desarrollo territorial, que las obras proporcionan. Aquí también la inversión en infraestructura es un objetivo claro del plan de gobierno nacional, hecho que se ha plasmado en la confección de una agenda interjurisdiccional nación-ciudad inédita, tanto por lo abarcativa como por su concreción.

Por último, la necesaria reforma del estado que optimiza el gasto social, por sobre todo garantizando una oferta educativa, sanitaria, cultural y de protección de características universales, no clientelistas e igualadora. También ésta es una de las tareas más retrasadas, de mayor necesidad de poder político, pero en donde nuestro gobierno puede liderar la construcción de un Estado modelo.

En definitiva, la crisis política se supera con política, entendida ésta, como la construcción de poder que permite dotar al Estado de capacidades para afianzar el interés público. La política entendida como convicción para llevar adelante los proyectos que nos hicieron pedirle a la sociedad su apoyo para llegar al gobierno. La política como preservación de burocracias de políticos profesionales es la que ha entrado en crisis, afortunadamente.

La agenda de políticas públicas de largo plazo que conformen el núcleo de un programa de gobierno refrendado por el gobierno nacional, es la resolución de la crisis, el retorno de las convicciones y el final del silencio de los escritorios palaciegos".

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