Lo que se hizo y lo que falta

Lo que se hizo y lo que falta

La asunción de Esteban Bullrich en el Ministerio de Educación le pegó una lavada de cara al área. Pero la situación edilicia aún convoca a la mayoría de los reclamos de estudiantes, sindicatos, docentes y oposición. De todos modos, el oficialismo confía en mejorar los edificios pese a que, por ahora, no podrá usar en las obras el dinero por la venta de los terrenos de Catalinas Norte.


El 5 de enero, Esteban Bullrich asumió como ministro de Educación. Para ese entonces. primero había renunciado Mariano Narodowski, apretado por la causa de las escuchas ilegales y ya se habían esfumado los once días que duró el muy cuestionado escritor Abel Posse al frente del Ministerio.

La educación porteña estaba en medio del ojo de la tormenta cuando el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, designó al entonces diputado nacional, con el afán de que le diera a la cartera una nueva imagen, más juvenil y dialoguista. Confiaba en que Bullrich mejorara el trato con la comunidad educativa porteña y evitara los conflictos mediáticos, que ponían a flor de piel los verdaderos problemas del sistema.

Sin embargo, a más de seis meses de la asunción del nuevo ministro, docentes, sindicalistas y alumnos continúan con las críticas al Gobierno por la situación de la infraestructura educativa en la Ciudad.

El invierno fue el gran detonante del aluvión de cuestionamientos hacia las políticas PRO en la materia. La falta de gas en muchos colegios -más de cien para los gremios docentes, sólo 42 para el oficialismo- fue la excusa perfecta para encadenar detrás todos los problemas que existen en varios de los más de setecientos edificios escolares que tiene la Ciudad.

Un caso emblemático de esta situación es el de la Escuela Normal Nº 2 ?Mariano Acosta?. El histórico edificio del barrio de Balvanera sufre desde gestiones pasadas la falta de acción gubernamental para finalizar las obras: tiene dos escaleras clausuradas, no funcionan dos calderas y sufre, además, problemas en los techos que ya son casi un clásico.

Carlos Ibaceta, integrante de la Ctpma (Comisión Técnica de Padres del Mariano Acosta), relató a Noticias Urbanas que hasta el día de la fecha no tienen ?respuesta oficial? de cuándo se solucionarán estos problemas y que hasta ahora sólo pusieron ?parches? pero no se arreglaron los inconvenientes de raíz.

Si bien rescató que el Gobierno reparó ?algunos temas de filtraciones en el Aula Magna? del Colegio, Ibaceta denunció que desde el Ejecutivo hablan de que reflotarán un llamado a licitación para las obras pero que todavía ?no tiene partidas asignadas?.

Otro caso que demuestra lo crítica que es la situación edilicia en los colegios porteños es la de la Escuela Normal Superior N° 7 ?José María Torres?. En el establecimiento. ubicado en avenida Corrientes 4261. se está construyendo un edificio nuevo para suplir las necesidades funcionales del existente, pero lo que preocupa a su comunidad educativa es que la obra debía estar lista, según el proyecto original, en julio de 2007.

Luego, la gestión macrista se comprometió a terminarlo para junio de este año. Sin embargo, al día de la fecha todavía queda un ?30% por construir?, según cuenta Pablo Cesaroni, presidente de la Cooperadora del Normal 7. ?En su momento, Narodowski nos dijo que la plata para terminar la obra estaba en el presupuesto, pero ésta todavía no se finalizó, y tampoco sabemos cuándo se va a terminar, porque no tenemos ninguna respuesta del Gobierno?, denunció ante Noticias Urbanas.

Cesaroni dijo además que los trabajos avanzan actualmente con tan sólo 30 obreros y que a este ritmo se finalizarían en ?dos años y medio más?. Al cierre de esta edición, en la Legislatura se estudiaba destinar dinero de AUSA para finalizar las obras de estos dos establecimientos educativos (ver ?Catalinas: el dinero que quería el PRO?).

Sumado a estos problemas ya conocidos históricamente, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) está realizando un informe sobre la situación edilicia de las instituciones educativas de nivel primario, secundario y terciario de la Ciudad de Buenos Aires, del que se desprenden datos alarmantes.

Según detalla el trabajo, más de 170 establecimientos tienen problemas de infraestructura importantes y todavía no se finalizó el relevamiento en toda la Ciudad. Entre los colegios con mayores dificultades se encuentran la escuela primaria Nº 28, del Distrito Escolar 4, con ?problemas de instalación eléctrica, falta de habilitación del ascensor, inconvenientes en baños, falta de agua, fisuras, desprendimientos en mampostería y caída de placas de yeso?.

La Escuela Nº 19, del Distrito Escolar 17 tiene ?problemas de electricidad, techos, cerramientos, pisos y mampostería en mal estado, falta de puertas en los baños, caños y nichos que sobresalen riesgosos para los alumnos, paredes rotas, filtraciones en paredes, falta de vidrios y rejas?, entre otras.

Desde UTE comentaron a Noticias Urbanas que los problemas de infraestructura son ?muchísimos? y que esto se debe a que ?el Gobierno de Macri redujo de 315 millones en 2008 a menos de 150 en 2010? el presupuesto de infraestructura educativa, ?pero, además, en todos los años se subejecutó, por lo tanto es lógico que pase lo que está pasando en infraestructura?, agregaron.

Del informe de UTE también se desprende que el Gobierno ejecutó ?en el primer trimestre de 2010 en mantenimiento y en construcción tan sólo el 1 por ciento de lo presupuestado?.

Desde el Ministerio de Educación porteño desmintieron estos números y dijeron, con respecto al informe de UTE, que ?es cierto que todavía queda mucho por hacer? aunque se ampararon en el mensaje que vienen dando tanto Esteban Bullrich como Mauricio Macri de que esta gestión ?invirtió en Educación más que muchas gestiones anteriores?.

Según los números oficiales, el Ejecutivo destinó a infraestructura escolar 123 millones de pesos en 2008 y alrededor de 200 millones más en 2009, sumando un total aproximado de 326 millones durante lo que va de la gestión de Mauricio Macri. También, según informó el Gobierno de la Ciudad, en estos dos años y meses se comenzaron 1.105 obras y se finalizaron 980, que incluyen la reparación de baños e impermeabilización de edificios.

Una nueva imagen

Esteban Bullrich debió pedir licencia en su banca de diputado nacional para asumir como ministro de Educación porteño. Cuando tomó el cargo declaró: ?Asumo la responsabilidad más grande de mi vida laboral? y, desde entonces, intentó mejorar la imagen del Ministerio de Educación ante la sociedad, mostrándose frente a las cámaras dispuesto a dialogar con los gremios y con la comunidad educativa en general.

Le tocó presentar uno de los aciertos más grandes de la gestión PRO, que fue el programa ?Una computadora por alumno? y, a pocos días de asumir, se sentó en la mesa con los sindicatos, acordó un reajuste salarial con los docentes y evitó que las clases no comenzaran por paros de los maestros. A pesar de esto, desde los sectores no oficialistas las palabras hacia el funcionario no son alentadoras.

El legislador kirchnerista Tito Nenna reconoce que Bullrich trató de lavarle la cara al Ministerio, pero denuncia que todavía rige ?la concepción de que la educación pública es un gasto y no se atreve a considerarla un derecho social?.

Por su parte, la diputada ibarrista María Elena Naddeo dijo que el ministro de Educación ?tiene disposición a dialogar, pero también posee problemas de compromisos ideológicos? en referencia a que la gestión de Esteban Bullrich ?censuró los libros del Bicentenario y todavía no cumplió con la ley de educación sexual y de profesores por cargo?. La legisladora se lamentó y expresó que la ?censura? de los libros por los doscientos años de la Revolución de Mayo ensució a Bullrich casi de manera indeleble.

Pablo Cesaroni, presidente de la cooperadora del Normal Nº 7, expresó que la relación del colegio con la nueva gestión en Educación ?está peor que antes?, y sentenció que Bullrich ?cambió la gente de infraestructura y son todos unos prepotentes?.

Carlos Ibaceta, integrante de la Comisión Técnica de Padres del Mariano Acosta, no se refirió directamente a Bullrich pero sí a la gestión de Macri en materia educativa y la definió como ?un desastre? porque todavía no solucionaron los problemas en el colegio.

Catalinas: el dinero que quería el PRO

El año pasado la Legislatura porteña aprobó la venta de los terrenos de Catalinas Norte con el fin de destinar el dinero que se obtuviese a obras nuevas de infraestructura escolar. Al día de la fecha ya se vendieron dos de los terrenos, uno por 181 millones de pesos y el otro por 95 millones. Si bien todavía falta vender un tercer terreno, se prevé que se acumularán más de 320 millones de pesos en total.

Esta semana, el PRO intentó que la Legislatura apruebe una modificación al proyecto original para que, además de utilizar el dinero de Catalinas para obras nuevas, también se le permita usar esa plata para obras antiguas y no finalizadas (en esta bolsa ingresarían el Normal Nº 2 y el Normal Nº 7).

Parecía que el PRO iba a lograr su cometido con el apoyo del kirchnerismo. Sin embargo, a último momento el PRO decidió buscar ?más consenso? y dar marcha atrás con esta iniciativa.

El legislador Francisco ?Tito? Nenna, quien apoyaba la modificación del proyecto original, dijo que si se hubiese aprobado esta iniciativa ?Bullrich ya no tendría excusas para que no haya calefacción en las escuelas o los techos se sigan lloviendo?.

Por su parte, la legisladora María Elena Naddeo, de Diálogo por Buenos Aires, se mostró contraria a que se destine el dinero a obras antiguas. ?No vamos a apoyar el financiamiento de obras viejas, como la de los Normales 1, 2 y 7, con partidas de Catalinas porque se deben pagar con dinero del presupuesto 2010?.

Al cierre de esta edición, la Legislatura debatía de dónde se obtendrían partidas para finalizar las obras en curso o las antiguas que están paradas. Una posibilidad, que estudiaba la comisión de Presupuesto, es utilizar las partidas que AUSA tenía previstas para los subtes.

De esta manera, los millones de la venta de Catalinas se destinarían, como lo preveía el proyecto original, a obras nuevas de Educación. Según se informó, a medida que el Ministerio de Educación reciba las partidas de la venta de los terrenos, el Gobierno irá definiendo a qué obras se destinará la plata.

Uno de los objetivos es construir 15 escuelas en un lapso de 18 a 36 meses. Sin embargo, las obras que están a medio terminar y los problemas que sufren los colegios actualmente son los que necesitan ser tratados con mayor urgencia y, por el momento, no parecen tener partidas asignadas.

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