Un año y medio les tomó a todos los grupúsculos peronistas de la legislatura comenzar a agruparse, al calor del triunfo del pasado 14 de Octubre. En las últimas sesiones, en el recinto se los vió actuar en absulta consonancia, como si nunca hubieran estado separados. Las caras habían cambiado y todos hacían gala de su amplitud para comprender al "compañero" que piensa distinto. Pero cuando soplaban vientos de unidad, la declaración de guerra desatada por Duhalde fue descalificada por muchos en Perú 130. Por ejemplo, Alicia Pierini interpretó la actitud de Duhalde como "por lo menos, inoportuna", agregando que" los 18 legisladores habíamos acordado dejar de lado las terminales nacionales y empezar la reconstrucción desde nosotros mismos, los que tenemos algun tipo de representatividad, aquí o en el Congreso Nacional, o en cualquier función representativa del pensamiento peronista".
Quien salió a contradecir a Pierini fue Argüello, que remarcó que " el Congreso Nacional es la máxima autoridad del partido y las intervenciones están muy bien hechas, ya que fueron todas perdidosas (olvidó que en Corrientes Duhalde apoyó a los radicales). El compañero Duhalde deberá convocar a todos los sectores de acuerdo a su representatividad para empezar el camino de la victoria". En la misma línea de Arguello, aunque con perfil más bajo, los diputados Alberto Fernández (de Kirchner) y Julio Vitobello (que responde al duhaldista Iribarne) también saludaron la llegada de Duhalde al distrito.
Desde otra vereda el diputado Eduardo Valdés consideraba que "cuando todos los caminos conducen a la unidad, se equivoca el que se encara hacia la ruptura", tesis compartida entre otros, por el diputado Guillermo Oliveri que agregó que " no es momento para pelearnos entre nosotros, o nadie se puso a pensar a quién beneficia este escenario de ruptura?" en clara alusión a la Alianza.
Desde el belicismo todo -como es habitual- era más cauteloso, pero fuentes cercanas al líder de Nueva Dirigencia dieron a entender su "desacuerdo con lo decidido el pasado sábado". El papel de los llamados "belines" será fundamental para determinar quién se quedará con la presidencia del bloque unificado, ya que su "pollo", Jorge Srur quedará en la vicepresidencia primera de la casa. De confirmarse lo que anticipaban ayer extraoficialmente, Arguello tendría serios problemas en lograr su apoyo si persiste en su postura de "talibán del duhaldismo".
Hubo quiénes cuestionaron la legitimidad política de lo allí acordado, habida cuenta de los faltazos que se hicieron notar, sobre todo los de De la Sota, Reutemann y Marín.
La Capital seguramente debatirá en estos días si quiere ser un apéndice de la Provincia de Buenos Aires o tendrá "las agallas " necesarias para autodeterminar el camino de la unidad que ya había comenzado.