National Uranums Corporation, radicada en las Islas Vírgenes Británicas, es la empresa que le permite al oculto dueño del boliche República Cromañón, Rafael Levy, y su socio Raúl Vengrover, volver a ocupar la escena pública. Esta vez relacionado al trabajo esclavo.
Desde principios de este año se construye un viejo proyecto frustrado por la tragedia de Cromañón: una saladita en pleno Once, frente a la plaza Miserere y ubicada a pocos metros de lo que hoy es el santuario en homenaje a las 194 víctimas.
"Se ve que venderán marcas conocidas, pero no la marca directamente?, reconoció el empleado de la inmobiliaria Romero Feris que hace de guía en la saladita de Levy llamada Textirama.
Esta confesión que referiría el método típico de la falsificación de marcas fue tomada por miembros de la Fundación Alameda. "La habilitación es por el complejo y por cada local. Imagínate que este es un lugar a la vista tiene habilitación. Si no tenés habilitación no se puede funcionar", figura en la cámara oculta realizada por la organización que lucha contra la esclavitud, y que el año pasado utilizó el mismo mecanismo para infiltrarse en el prostíbulo Quatro Cat?s también propiedad de la empresa off shore National Urnamus Corporation.
Fuentes del Gobierno porteño informaron a este medio que Textirama no cuenta con habilitación para funcionar. La saladita tiene su entrada principal por la avenida Rivadavia 3011, lindero al hotel de pasajero Leblon. Su otro ingreso es por Ecuador 50, pegado al hotel Star, éste último comercio es el domicilio legal de Raúl Vengrover, el socio de Levy.
Inició sus obras sin el permiso otorgado por el Gobierno porteño y ante la justicia fue denunciando por los vecinos de la organización Balvanera al Sudoeste (Balsud). Textirama, en febrero, fue clausurado pero al poco tiempo (cuando inició el permiso de obra) siguió avanzando. No sin inconvenientes.
A principios de julio la inmensa persiana metálica de la entrada sobre Rivadavia se desmoronó. Las imágenes tomadas y subidas a internet son elocuentes. Más de 10 metros de persiana volcados en diagonal sobre la vereda y unos baldes con una cinta intentan prevenir a los miles que pasaron por allí.
Para que no haya duda de quien es el dueño de media manzana el bar "La Chevecha" próximo a Textirama, por Ecuador, hace unos días separó a los baños que tenía en el fondo dejando del lado del primer "shopping textil en argentina". Este método ya fue usado en el salón de bauila Cromañón cuando en el sector VIP los baños fueron apartados quedando del lado del Hotel Central Park, propiedad de Levy.
La empresa propietaria de Textirama es una empresa de un paraíso fiscal que sirve para reguardar al empresario (Levy).
La situación legal de Rafael Levy en lo que corresponde al incendio de Cromañón se encuentra complicada. Será acusado y juzgado en un juicio oral y público junto al ex cuñado de Aníbal Ibarra por entonces secretario de Seguridad, Juan Carlos López.
En cambio la Justicia Comercial no avanzó en la denuncia de la Inspección General de Justicia (IGJ) para anular las empresas fantasmas de Levy.
Pese a contar con dos pedidos de nulidad de las off-shore, por parte de la IGJ y la fiscal de Cámara Comercial, Alejandra Gils Carbó, los jueces de la Sala D de la Cámara de Apelaciones y la jueza María Cristina O?Reilly no se han pronunciado.
NOTICIAS URBANAS estuvo en el despacho de la jueza el viernes. Financiera Rucas es la última de la red de empresas pantalla en notificar que es denunciada. Después decidirá la jueza O’Reilly en su sentencia. Mientras que la Sala D de la Cámara de Apelaciones deberá definir si acepta como denunciantes a la IGJ y la fiscal Gils Carbó.
Para no esperar a la justicia y ante la pronta inauguración de Textirama es que este lunes, a partir de las 19, habrá una protesta.
Se movilizarán los miembros de la Alameda con sus aliados, los cartoneros del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), sumando a todos los grupos de familiares de las víctimas de Cromañón y los vecinos de Once organizados en Balsud.
"Realizaremos una clausura simbólica del megaemprendimiento textil que pretende inaugurar el verdadero dueño de Cromañon", relató José Iglesias padre de una víctima y querellante en las causas a raíz del incendio ocurrido el 30 de diciembre de 2004 que resultó la mayor tragedia no natural de la argentina.