Las obras en el hall central del Hospital de Salud Mental para Niños y Adolescentes ?Carolina Tobar García? continúan inconclusas, pese a que en abril se cumplieron cinco años desde su inicio. Los trabajos fueron paralizados el año último a causa de una deuda que el Gobierno porteño mantenía con la empresa Riba Construcciones, que está a cargo de la refuncionalización integral, producto del Plan Maestro del Tobar García. Esta pomposa denominación esconde en realidad otra deuda, no económica, que el Gobierno porteño aún mantiene con los jóvenes que se atienden en un establecimiento que es único en el país y modelo, pese a todo, en el continente.
El 13 de abril pasado se desarrolló una asamblea para conmemorar el quinto aniversario del inicio de las eternas reformas. Ese día se hicieron presentes en el hospital el presidente del bloque de la Coalición Cívica e integrante de la Comisión de Salud, Fernando Sánchez, el director de la Comisión Especial de Salud Mental, Silvio Bodnar, que llevó la adhesión de la presidenta de la comisión, María Elena Naddeo; además, la comunidad del Tobar García recibió la adhesión de los legisladores Jorge Selser (presidente de la Comisión de Salud y ahora candidato a vicejefe de Pino Solanas), Raúl Puy y María José Lubertino.
Según informó a Noticias Urbanas el jefe de Pediatría del hospital, Carlos Seglin, en la segunda semana de mayo de este año, finalmente, se reactivaron las obras con la llegada de un grupo de obreros. ?En estos días han llegado materiales de construcción y se terminó de desalojar la planta baja, por lo que pensamos que seguirán adelante?, manifestó, esperanzado, el profesional.
Entretanto, este último miércoles se realizó una audiencia en el despacho de la jueza Elena Liberatori, en respuesta al reclamo del personal, que abogaba por las obras hasta hace días paralizadas. Los trabajadores del hospital piensan que esta vez las obras podrían estar terminadas antes de fin de año, porque las partidas están asignadas y todos los pasos administrativos ya fueron completados. ¿Será la vencida o habrá que seguir esperando?
Años de demora
La historia es recurrente. En 2005, el entonces jefe de Gobierno, Jorge Telerman, licitó la obra, que comenzó el 17 de abril de 2006. Tras casi 20 meses, en los que no se cumplieron los plazos previstos, para noviembre de 2007 los trabajadores presentaron un recurso de amparo en el que solicitaban que el Gobierno porteño fuera obligado a cumplir con las obras previstas.
Finalmente, el recurso fue resuelto favorablemente por la Justicia porteña el 3 de abril de 2009. Sin embargo, durante ese año, precisamente, las obras estuvieron paralizadas, ya que fueron encargadas al Ministerio de Desarrollo Urbano, pero sin adjudicarles presupuesto. En 2010 se avanzó solamente en la construcción de la cocina, ubicada en el subsuelo, que fue terminada.
La novedad fue que a fines de 2010 la obra del hospital fue incluida en el Presupuesto de 2011 y se previó que los trabajos empezaran en mayo, para finalizar en noviembre. El doctor Walter Ventos, jefe del sector Niños de Internación, asegura que ?está todo para que se puedan finalizar las obras: está aprobado el presupuesto, están aprobados los adicionales, entre ellos, el famoso adicional 5, que es la obra de las escaleras y los ascensores. La obra que falta es la de la torre de seis pisos, porque la planta baja ya está. Allí funcionan el hospital de día, admisión y otras secciones?.
Ventos se queja: ?Acá, en el hospital, estamos todos apiñados. Como hay que desalojar la torre, la parte administrativa y la informática tienen que acomodarse en la planta baja?. Su colega, Diego Friedman, jefe de la sección Psiquiatría y Psicofarmacología del departamento de Consultorios Externos, dice que ?alguna vez, en el Gobierno porteño se evaluó usar la torre para otros fines que nada tenían que ver con la función de este hospital. En 2007, se evacuó a todos los que trabajaban allí y se reubicó al personal y a las instalaciones en el lugar que quedaba. Laboratorio se quedó así sin espacio, al igual que la sección Docencia. Incluso, la Dirección está en este momento en un pasillo tapiado?.
Por otra parte, Friedman advierte que ?el problema ahora es que, por haber tenido paralizada la obra durante dos años, el Gobierno porteño va a tener que pagar una gran suma a la empresa, que tiene más abogados y contadores que ingenieros, como casi todas las que hacen obra pública. Se montan sobre el Estado bobo y suspenden las obras cuando quieren porque tienen espalda financiera?.
De todos modos, Friedman relata que ?la torre se iba a hacer por etapas, pero la empresa prefirió atacarla en forma integral, por lo que se debió evacuar a todo el personal. Ahora hay un 33 por ciento de la demolición interna ya terminada, por lo que es posible hacerla en un plazo relativamente breve?.
Ventos explica que en el Tobar García ?se interna casi un chico por día, unos 300 por año. Además ?añade? atendemos unas 10 mil consultas externas en ese lapso. Hay una demanda impresionante y es cada vez mayor. Crecen las patologías psiquiátricas, en especial asociadas con el consumo de drogas como marihuana, paco y pegamento. Igual nosotros no atendemos adicciones, salvo cuando vienen asociadas con problemas psiquiátricos?.
Por su parte, la diputada Carmen Polledo (PRO), miembro de la Comisión de Salud de la Legislatura, se muestra optimista con respecto al inicio de las obras. ?Es una buena noticia?, asegura, y está convencida de que el macrismo está trabajando ?para mejorar la salud?.
La legisladora piensa que el Tobar García debe seguir existiendo como hasta ahora, a pesar de las nuevas concepciones en salud mental, que indican que estos pacientes deben ser tratados en los hospitales generales.
?Yo creo que el hospital Tobar García no debe perder su perfil ?afirma la diputada?, porque existe un rango de pacientes que deben ser tratados allí, pero también me parece que las nuevas directrices que se van imponiendo en el mundo son de ir incorporando lentamente en algunos hospitales generales a los pacientes psiquiátricos. Hay algunas camas en el hospital Fernández para internar a pacientes con adicciones y en este año se van a ir incorporando algunas otras. De todas maneras, creo que los dos sistemas pueden coexistir?.
Polledo se muestra esperanzada con el proyecto de Salud de PRO: ?El Estado tiene que estar cada vez más presente y estamos haciendo un enorme esfuerzo. Sabemos que aún hay asignaturas pendientes, pero se está trabajando para abrir más Centros de Salud y Atención Comunitaria (Cesac) y para que la gente, en algunos hospitales, pueda pedir turnos telefónicamente en todas las especialidades?.
Incluso, la diputada porteña recoge el guante de las críticas que viene recibiendo su partido por el abastecimiento de insumos y medicamentos para los hospitales. ?Hubo distintas etapas. Cuando en 2008 se lanzó el sistema ?expone? hubo una gran centralización en la adquisición de los medicamentos y eso no dio resultado. Luego el método se abrió y ahora es más eficiente. Se trabaja sin stock, utilizando una cuenta corriente en la que el hospital le pide a una distribuidora la medicación necesaria. Lo que hay que hacer es aceitar el mecanismo, para que sea mucho más eficaz. A veces no está el remedio solicitado, entonces lo reemplazan con otro y eso puede traer dificultades. Pero el sistema, todos lo dicen, es muy eficiente, aunque haya aún que mejorarlo.?