Cerca de 4.720 personas esperan con ansias ingresar a los planes de trabajo del gobierno porteño. Forman parte del grupo de más de 5.200 preseleccionados para el "Programa de Empleo para Jefas y Jefes de Hogar" que coordina la Secretaría de Desarrollo Económico porteña y que otorga posibilidades de trabajo en los diferentes proyectos sociales que lleva adelante el poder ejecutivo local. Los datos fueron confirmados por fuentes del área comandada por Eduardo Hecker, quienes afirmaron que de estas 5.200 personas, más de 480 ya se encuentran trabajando en el marco de los programas denominados "Madres Cuidadoras", "Prevención del Delito", "Guardianas de Plaza" y "Ente de Higiene" (creados, respectivamente, por las secretarías de Educación, de Seguridad y de Medio Ambiente).
La incorporación de programas y proyectos (estos últimos componen los primeros) que impliquen la apertura de nuevas fuentes de trabajo depende de la aprobación de un consejo consultivo, presidido por Hecker. El mismo está integrado por delegados de los diferentes sectores sociales. Sus miembros representan a las tres centrales sindicales (las dos CGT y el CTA), la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Coordinadora de Actividades Mercantiles y Empresarias (CAME), la fundación Poder Ciudadano, la Cámara Argentina de la Construcción, la Federación Argentina de Colectividades, el Arzobispado de la Ciudad (a través de la Pastoral Social), la Asamblea Rabínica Latinoamericana y la Federación de Iglesias Evangélicas.
Este consejo se reúne periódicamente en el seno de la secretaría de Desarrollo Económico y establece los criterios de elección de los proyectos, al tiempo que fiscaliza la ejecución de los que ya están en marcha. Para elegir las nuevas propuestas debe priorizar aquellas que impliquen un mayor beneficio social o que impulsen labores productivas o de interés comunitario.
Al cierre de esta edición aún no se había podido confirmar si el consejo consultivo, que se reunió este viernes por la tarde, aceptó implementar nuevos proyectos que beneficien a los inscriptos en las bolsas de trabajo. Sin embargo, se estima que podría haber novedades en las próximas semanas.
ANTUÑA EN PENITENCIA
El subsecretario de Trabajo, Empleo y Fiscalización, Marcelo Antuña, recibió un fuerte tirón de orejas de parte del secretario de Descentralización, Ariel Schifrin. El motivo fue que los formularios de inscripción para los planes de empleo estaban mal realizados y la base de datos incompleta.
Por ejemplo, en muchos de ellos no figuraba el oficio en el que se especializa el candidato ni el domicilio particular (sólo el domicilio legal). Por este motivo, desde los Centros de Gestión y Participación tuvieron que llamar a gran parte de los inscriptos para preguntarles acerca de datos que el gobierno porteño debería haber tenido.
Diversas fuentes del ejecutivo confirmaron la situación (que fue negada desde Desarrollo Económico) y la calificaron como "un manoseo hacia las personas que vinieron a buscar respuestas". Sin embargo, todos coincidieron en que para la semana próxima el problema estaría resuelto.
FUERTE DEMANDA
La primera inscripción masiva para estos planes de empleo fue en diciembre, luego de que el fugaz ex presidente Adolfo Rodríguez Saá le prometiera al jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, otorgarle una partida de dinero para poner en marcha 5.000 puestos de trabajo.
En ese momento, los requisitos para inscribirse eran ser mayor de 18 años, tener hijos a cargo, encontrarse en una situación considerada por debajo la línea de la pobreza y no percibir otros subsidios. El sueldo sería pagado en Lecops y la suma alcanzaría los 200. La secretaría de Desarrollo Económico (que comanda Eduardo Hecker) canalizaría los planes a través de la subsecretaría de Trabajo, Empleo y Fiscalización, a cargo de Marcelo Antuña y de la Dirección General de Empleo y Capacitación (en ese momento dirigida por Omar Santa Cruz).
La renuncia de Rodríguez Saá frustró los planes y, aunque los Lecops nunca llegaron a la Ciudad, los que acudieron a inscribirse quedaron igualmente anotados en las listas de potenciales beneficiarios.
Ya con Duhalde como presidente, el gobierno nacional e Ibarra firmaron -en febrero- un convenio mediante el cual el primero se comprometió a entregar a la Ciudad una suma de 56 millones de pesos (ad referéndum de la ley presupuestaria nacional) para implementar los planes de empleo. Así se creó el programa para Jefas y Jefes de Hogar, que ocupó el lugar de los malogrados planes de Rodríguez Saá.
Algunos requisitos cambiaron. Como dice su nombre, para acceder a ellos pasó a ser necesario ser considerado jefe o jefa de hogar y obtuvieron prioridad las mujeres embarazadas o sus maridos. Además, se estableció que el sueldo se pagaría en pesos en lugar de Lecops.
El nuevo plan fue difundido a través de los medios y una segunda tanda de inscripciones masivas tuvo lugar en las oficinas de recepción de solicitudes dispuestas por el gobierno de la Ciudad. Por esos días, Hecker le pidió la renuncia a Santa Cruz y puso en su lugar a Horacio Pérez -un funcionario con un perfil más técnico que su antecesor- para profesionalizar el área.
LUGARES DE INSCRIPCIÓN
Los que deseen inscribirse en el programa Jefas y Jefes de Familia pueden hacerlo en las oficinas anexas a siete Centros de Gestión y Participación (CGP’s). Éstas se encuentran en la Asociación de Abogados (Uruguay 485), la Asociación Civil Emaus (Sarandí al 1100), el Club Juventud y Armonía (Tabaré 1299), la fábrica IMPA (Querandíes 4250), la Asociación 9 de Julio (Barrio General Savio, Edificio 130-131 – PB), El Club Habana (Lastra 4175) y la Biblioteca Saavedra (García del Río 2734). Las oficinas corresponden, respectivamente, a los CGP’s 1, 4, 5, 6, 8, 10 y 13.
También se puede acudir a las bolsas de trabajo del Centro Popular Mataderos, la iglesia "El Rey Jesús", la Federación de Villas, AMIA, Cáritas, la Asociación Pablo Besson, el Centro Comunitario de Flores "Casa de Amistad" y el Servicio Interparroquial de Ayuda Mutua (SIPAM).