Los hospitales porteños están al borde del desabastecimiento

Los hospitales porteños están al borde del desabastecimiento

Mientras los médicos municipales y los miembros del Consejo Multisectorial de Organizaciones Sociales de la Defensoría dicen que el desabastecimiento está complicando seriamente la atención en los hospitales, los directores de los mismos hospitales y los funcionarios de la Secretaría de Salud porteña prefieren catalogar a la situación como complicada, pero que no impide una atención casi normal. La Legislatura le asignó a la compra de medicamentos e insumos más de un millón de pesos. Se evalúa poner en marcha la fabricación de productos farmacéuticos en hospitales y unidades militares


Hace algunos meses, la Secretaría de Salud porteña diseñó un esquema de crisis para hacer frente al desabastecimiento. En él se categorizaba el grado de dificultad, y por lo tanto la manera de actuar. Mientras que el nivel uno implica un grado normal de existencia de insumos, el dos significa que en algunos hospitales hay faltantes, pero que redistribuyendo el material existente se puede atender casi con normalidad a todos los pacientes; el grado tres implica la suspensión de todas las cirugías, estudios y consultas que no sean de extrema urgencia, y si se llegara a caer en el cuarto nivel, se atendería solamente a los pacientes a los que se les pueda salvar la vida, priorizando la utilización de la menor cantidad de recursos posible.

El esquema es claro, lo que no lo es tanto es en qué nivel se encuentran los hospitales de la ciudad, ya que esto depende de a quién se le pregunte. En todo caso, como muchos médicos municipales sugieren, quizás hubiese sido mejor haber puesto al sistema en el nivel tres hace meses, para de esta manera, evitar la caída hasta el nivel cuatro.

El director general de Atención Integral de la Salud, Gabriel Muntaabski, dijo que "los hospitales de la ciudad están en el nivel dos del esquema de alarma y respuesta". A su vez el funcionario también expresó que se están suspendiendo aproximadamente un cinco por ciento de las prácticas hospitalarias, debido al desabastecimiento.

Lo que está haciendo la Secretaría es centralizar la compra de una lista de 300 insumos, dividida en cinco ítems: medicamentos -en los próximos días saldrán a comprar, según dicen, a muy bajo precio-; productos descartables -también está prevista una compra a fines de esta semana-; reactivos para hemoterapia; elementos para realizar diagnóstico por imágenes y productos de laboratorio. De estos dos últimos, los hospitales estarían provistos a causa de compras recientes.

En cuanto a los medicamentos, la Legislatura porteña le otorgó a la Secretaría de Salud 700 mil pesos para refaccionar y comprar maquinarias para los Talleres Protegidos, en la que la Ciudad fracciona medicamentos genéricos para tuberculosis y problemas psiquiátricos. De esta manera, esperan aumentar la producción para poder realizar convenios de intercambio con los laboratorios que poseen la provincia de Buenos Aires, Rosario, Santa Fe y San Juan.

También existe un proyecto en el mismo parlamento, para que el Gobierno de la Ciudad salga a comprar drogas base en los lugares en los que las producen y que en los laboratorios de los hospitales, las universidades y militares se fraccionen y distribuyan. Aún así, Muntaabski cree que esta posibilidad aún está "muy verde".

Carlos Nicolini, Coordinador del Consejo Multisectorial de Organizaciones Sociales (COMO) de la Defensoría del Pueblo porteña, afirmó que este organismo está recibiendo denuncias sobre la falta de medicamentos y la postergación de operaciones reprogramables y de otras que no deberían postergarse, como por ejemplo las cardiovasculares.

"Mientras que el hospital Argerich está operando a pleno, el Santojanni tiene algunos inconvenientes debido a las obras que se están realizando desde hace dos años, y el Durand, si bien realiza operaciones cardiovasculares, no son de la complejidad de las que se hacen en el Argerich. Por este motivo, por la falta de insumos y por la larga lista de espera, se está produciendo un cuello de botella con respecto a las operaciones cardiovasculares", expresó Nicolini.

En tanto, de acuerdo a las denuncias recibidas en la Defensoría, los medicamentos que más faltan son los que se prescriben a los epilépticos -pese a que existe una ley nacional que obliga al Estado a entregarlos gratuitamente-; los que se utilizan para evitar los rechazos en los transplantados y los llamados de baja incidencia, pero de alto costo, que son nada menos que los que se utilizan para tratar enfermedades poco comunes. También existen serios problemas con las drogas para tratar el HIV, que son responsabilidad de la Nación.

En cuanto a estas denuncias, Muntaabski, reconoció que hubo un problema con los medicamentos para epilépticos, "se cayó la licitación, pero en los próximos días estará solucionado este problema", argumentó el funcionario. En cuanto a las drogas para los transplantados, la Legislatura derivó 350 mil pesos que ahorraron de su presupuesto para la compra de estos medicamentos. De todos modos, el problema se suscitó debido a que muchas obras sociales dieron de baja a estos servicios debido a la grave crisis que afrontan. Los diputados hicieron lo mismo en cuanto a los reactivos necesarios para realizar los análisis para el SIDA.

El médico municipal del Hospital Santojanni, Ricardo Zambrano, expresó que "la situación es mala. Los únicos hospitales que podría decirse que están en nivel dos, son el Vélez Sarfield y el Fernández, el resto están en tres y con perspectivas de llegar a cuatro". Zambrano, consideró que se llegó a esta instancia porque "desde el gobierno no se están tomando las decisiones que debieran haberse tomado hace meses. Una de ellas, relacionada a los medicamentos, es producir en masa los genéricos. Pero se están haciendo los estúpidos, mientras el problema se agrava día a día".

Por otra parte, el director del Hospital de Agudos Tornú, Agustín Bartomeo, informó que allí hay insumos suficientes como para diez o quince días más, aunque especificó que en su caso, por problemas administrativos, no está funcionando el clearing inter hospitalario que dispuso la Secretaría de Salud porteña.

La situación es grave, pero aunque quienes están en la línea de batalla digan que los hospitales están al borde del abismo, los que dirigen la pelea contra la especulación de los laboratorios afirman que los problemas se están resolviendo día a día. Nadie sabe cómo estarán las cosas mañana, pero lo que sí se sabe es que los laboratorios seguirán manteniendo márgenes de ganancias excesivos, que están ayudando a empujar al sistema hacia un lugar demasiado cercano al colapso.

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