Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete porteño, encabezó el lunes 23 de junio, a las 15:30, una conferencia de prensa destinada a arrojar un haz de luz sobre el confuso conflicto de las carpas. Las mismas fueron instaladas frente al Congreso por manifestantes kirchneristas, anticipándose a una medida similar que iban a realizar representantes del sector agropecuario, sin realizar ningún pedido de autorización a las autoridades porteñas.
Larreta, escoltado por los ministros de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, y de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, describió paso por paso las medidas que fue tomando el Ejecutivo porteño sobre el tema. En primer lugar, en vista de que el emplazamiento de las carpas se había efectuado sin autorización, funcionarios porteños, escoltados por miembros de la Guardia de Auxilio, se acercaron para reclamar el levantamiento de los asentamientos. "Otra razón fue la falta de condiciones de seguridad mínima", aclaró el jefe de Gabinete.
Ante el intento de retirar a los manifestantes estos se resistieron, por lo cual el gobierno porteño pidió la intervención policíaca a través de 2 denuncias: "La primera por la ruptura de baldosas y la segunda por la resistencia presentada a la autoridad oficial", aclaró el ministro Montenegro. Sin embargo, la policía federal no intervino ni brindó explicaciones para su negativa.
Ante la inacción de las fuerzas del orden, el gobierno porteño intentó nuevamente efectuar el desalojo de los kirchneristas. ¿El resultado? Una nueva negativa y un funcionario internado por un traumatismo en un ojo. Al menos los funcionarios lograron retirar los carteles que colgaban de las farolas de la plaza "en una situación muy similar a la del accidente que le costó la vida a una persona", destacó Larreta.
Llegado este punto, las autoridades porteñas se encuentran cortos de opciones: las denuncias, a las cuales ya se agregará la agresión al funcionario, ya fueron realizadas ante la justicia, y a menos que la policía intervenga no pueden retirar a los manifestantes por la fuerza.
"Esto demuestra la necesidad que tiene la ciudad de contar con una policía propia", concluyó el funcionario macrista, aunque ante las preguntas de la prensa no quiso teorizar sobre si la acción de la policía federal podría ser una jugada política del gobierno nacional.
El ministro de Seguridad aclaró que "durante entre 20 y 25 minutos" se realizaron cortes de calles para garantizar la seguridad. También aclaró que por más que la falta de solicitud de los permisos no es una contravención, si lo es el desacato a la autoridad. También arguyó que las autorizaciones tienen como fin que se constate la seguridad de las manifestaciones, además de regular el tiempo en que estas podrán permanecer ocupando el espacio público.
"Desde este gobierno mantuvimos siempre nuestra política de que el espacio público es público", declaró el jefe de Gabinete. En este sentido, hizo referencia al intento de representantes del sector agropecuario de llevar a cabo una maniobra similar, destacando que en aquella ocasión el Gobierno también reclamó la solicitud de una autorización, la cual se estaría tramitando en estos días, después de que se efectuara el pedido. "Si quieren poner carpas tienen que pedir permiso", fue su muletilla de batalla durante toda la conferencia.
