?No se puede tramitar tanta verdad todo el tiempo?, lanza, sorpresivamente, Fernando Sánchez, el jefe del bloque Coalición Cívica (CC)-ARI, un indiscutible hijo político de Lilita Carrió. Y así, en la contra de Noticias Urbanas, le da luz verde a los argumentos que esgrimen quienes cuestionan a la creadora de la Coalición Cívica-ARI.
?Cuestionar el poder en la Argentina de un modo confrontativo y constante, sin administrar esa confrontación, es desgastante para quien lo hace y termina siendo frustrante.? Así explica Sánchez la disolución del capital político de Carrió, que en la última elección presidencial sacó un magro 1,8 por ciento y a quien muchos critican por autoboicot a la hora de construir. ?Carrió es una política brillante, aunque estoy de acuerdo en que debemos acercarnos a formular un planteo de gobierno?, concederá, en otro momento de la charla.
Es que el espacio que fundó Carrió hoy se encuentra literalmente partido en dos: los ?lilitos? puros, entre los que se encuentra Sánchez y quienes plantean la necesidad de aliarse con otras fuerzas para proponerse como una alternativa real de gobierno y no como mera fuerza testimonial.
No le saca el cuerpo a la interna de su fuerza: ?Sí, estamos divididos porque tenemos concepciones diferentes sobre el armado de nuestro espacio y la construcción futura?, admite. Adrián Pérez, que se define como progresista y busca formalizar alianzas para disputar el poder, lidera el otro sector. Ninguno de los dos grupos tiene un nombre definido.
El año que viene termina su mandato y en menos de un mes se celebrará el congreso del partido.
Internamente enfrentado a Pérez, el jefe del bloque de la CC en la Legislatura dirá en la contratapa de Noticias Urbanas que antes de definir alianzas con el mero fin de enfrentar al kirchnerismo es necesario afianzar un proyecto. ?¿Por ejemplo, somos progresistas o no lo somos??
?Usted no se define como progresista, entonces.
?Yo soy liberal, en el sentido de la Constitución Nacional y del Código Penal. No soy liberal en el sentido de los años 90.
?Que vendría a ser… ¿qué exactamente?
?La concepción liberal de la política del siglo XXI incluye la Asignación Universal por Hijo y una matriz distributiva más justa e inteligente.
?María Eugenia Estenssoro acaba de pasarse al FAP, ¿cómo lo toma?
?Mal. Y no solo me molesta sino que me parece injusto. Estamos a un mes del congreso del partido donde vamos a definir un rumbo y yo me acabo de enterar del pase de María Eugenia por los diarios. Y formamos parte del mismo distrito.
?Pero en la provincia de Buenos Aires ya hay un acuerdo con el FAP.
?Pero es institucional; es un acuerdo de trabajo parlamentario. Y lo curioso es que después María Eugenia habla de institucionalidad, pero toma decisiones sin consultar. No deja de sorprender que se hagan aquellas cosas que luego se critican en los demás.
?¿El sector ?lilito? de la Coalición descarta una alianza con el FAP?
?No, pero quienes sean nuestros aliados deberán reunir varios requisitos. Ser gente bien intencionada y tener muy en claro cómo se resuelven las cosas frente a este gobierno: es necesario ser muy claro en cuestionar al poder, no solo al Gobierno. Cuestionar una forma de acumular poder centrado en mafias. Y no relativizar a los protagonistas que son funcionales a esas mafias. Hoy, con tal de hacer alianzas, muchos dicen: ?Bueno, vamos con este y después vemos?. Se trata de una visión revolucionaria sobre una nueva forma de hacer política, pero de verdad.
?¿Y quiénes son los que hacen aquello que critican?
?La oposición en general, y muchos de nosotros, en nuestro propio partido, criticamos a Lilita por cosas que luego hacemos también. El caso de Pro es un claro ejemplo: cuestionan el modo de distribuir la pauta del Gobierno nacional, pero cuando les toca hacerlo a ellos, tienen los mismos vicios. Y Scioli, ni hablar: es peor. En Estados Unidos está prohibido decir, por ejemplo, que ?el gobernador de Massachusetts inauguró tal o cual obra?, como una forma de campaña a su gobierno. Sí es posible invitar a la ciudadanía a disfrutar de un nuevo centro cultural o biblioteca o lo que fuere.
?De todas maneras, ustedes nunca fueron gobierno y no tuvieron la posibilidad de manejar la pauta pública. ¿Cómo sabemos que no harían lo mismo?
?Me estás encuadrando en el teorema de Baglini, cuando decía que el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido es inversamente proporcional a su distancia del poder.
?Exacto, como sacaron el 1,8 por ciento quizá es fácil hacer esas propuestas.
?Fabiana Ríos, cuando fue electa, lo primero que hizo fue autolimitarse en la publicidad oficial. Por otra parte, nosotros en la Ciudad habíamos logrado aprobar una ley para reglamentar el uso de la pauta oficial con criterios más republicanos, pero Macri la vetó. A veces, por Twitter se los recuerdo a los dirigentes de Pro, pero no responden. Parece que la unidireccionalidad de la comunicación no es solo de Cristina.
Acaba de volver de Colombia, de un viaje organizado por RAP (Red de Acción Política), una ONG compuesta por dirigentes de diversos partidos liderada por Alan Clutterbuck.
?¿Qué trajo del viaje?
?Estuvimos en un intercambio con varios líderes, entre ellos con Uribe y con Antanas Mockus. Es interesante la idea que tienen de generar una concepción nueva del poder, alejada de las mafias. Interesante también la idea de victoria temprana.
?¿De qué se trata?
?De ir concretando proyectos, que pueden sonar pequeños, desde su anuncio a su ejecución y dar cuenta de ellos. Por ejemplo, anunciar la construcción de una biblioteca en Medellín y llevarla realmente adelante hasta su final. Y esto sin abandonar la meta de combatir una forma de la política con matriz mafiosa. Para ellos, no son objetivos contradictorios.
?¿Qué va a hacer el año que viene?
?Redefinir mi rol dentro del partido. Pero lo importante no es eso sino qué harán Lilita y Alfonso (Prat Gay): a ellos, en el Congreso Nacional, también se les vence el mandato.
?¿Adrián Pérez es su archienemigo?
?No, tenemos visiones diferentes. Mis archienemigos, en todo caso, son los miserables que quieren tirar a Lilita por la ventana cuando saca pocos votos, los mismos que la endiosaban cuando sacaba muchos. Y ese no es el caso de Adrián.
