La revista Crisis, mítica publicación cultural ?de lectura ineludible para intelectuales? que, entre mayo del 73 y agosto del 76, juntó a redactores de la talla de Juan Gelman, Manuel Rojas, Ernesto Sabato y Mario Benedetti, volverá a los kioscos, ahora con el nombre de Crisis. La Revuelta. En la primera época estuvo dirigida por el escritor uruguayo Eduardo Galeano. En los 80 hubo varios intentos de revirirla. Hoy, el responsable de su retorno es un colectivo editorial compuesto, entre otros, por Mario Antonio Santucho, Susana Etchegoyen, Pedro Cazes Camarero, Enrique Orozco, Daniel Riera, Martín ?el Rata? Vega, Diana de la Fuente y Martín Felipe. Este viernes, a las 18, presentan la revista en la sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional, en Agüero 2502.
?Con Pedro (Cazes Camarero, director de Crisis en los 80) estábamos convencidos de que hacía falta una publicación como Crisis. Empezamos a hacer los trámites para tener la marca y poder sacarla. No queremos que Crisis sea como todas las revistas sino una de hacer más en colectivos. Esto es difícil porque para conservar la independencia, la revista tiene que ser autónoma y es muy difícil de conseguir financiación. Conocí a Mario y parte del colectivo con el que está. Hablamos con ellos porque nos parecía que su línea tiene que ver con este momento. Finalmente, logramos que salga el primer número en la primera semana de octubre. Para Pedro y para mí es muy importante hacer este puente en el abismo que quedó entre la generación del 70 y los de ahora. Mario es de los más chiquitos de ahora y yo era de las más chiquitas del 70?, relata Susana Etchegoyen a Noticias Urbanas.
Mario Santucho: ?Ese campo quedó arrasado y a partir de ahí hubo un quiebre, que tuvo que ver con la represión en la Argentina, porque ésta fue la generación que abrió un camino que, creemos, fue solamente interrumpido. Compañeros de nuestra generación desean poder ensamblar y crear juntos con un colectivo que es mucho más joven. Es un desafío imprescindible.
?Hablás de generaciones, ¿qué rol le toca a la que hoy tiene de 35 a 40 años?
M. S.: ?Nosotros, los de 35 promedio, tenemos una marca muy fuerte por haber nacido en los 70. Tenemos una etapa en nuestra niñez y adolescencia de elaboración de esa pérdida, en términos muy anómalos y muy poco convencionales. La figura del desaparecido, por ejemplo, la asumimos e internamos como tal, y hay una especie de exceso creativo de la manera en que en la Argentina se elaboró este proceso. No creo que se agote con la reparación. Es un eje de discusión la manera en que uno elaboró esa pérdida y no está bueno dejarlo atrás. El otro punto interesante, y que no tiene tanto que ver con los 70 ni con los derechos humanos, es que nuestra generación se constituyó cultural, política y socialmente con los acontecimientos de 2001. Esto es lo más importante para tener en cuenta para contextualizar la revista. Todo lo que se generó en ese momento, el rechazo al neoliberalismo y aprehensión de nuevas formas de pensamiento, organización, resistencia, fue el eje que nos marcó como generación. La revista se inscribe en eso, en cómo vincular ambas imágenes de la política, la de los 70 y la de 2001. De alguna manera, el kirchnerismo también es un relato sobre esas dos formas, pero le da prioridad a la retórica de los 70. Si bien hizo aportes con respecto a la línea de retroceso social que venía del 76, no ha aportado con la innovación de nuevos criterios políticos. A nosotros nos parece importante recuperar una vocación de innovación política, cultural e intelectual fuerte. Abrir nuevos espacios que no están ni en contra ni a favor del kirchnerismo sino que van más allá. Algo que ha quedado medio dormido desde 2001. Todos saben que existe como posibilidad pero que cuesta hacerlo despegar.
S. E.: ?Desde la revista buscamos corrernos de la cuestión binaria del ?estás a favor o en contra?. Lo que pasa con los colegios secundarios es la expresión de alguna reelaboración de los 70. No creo que sea ajeno a los 70 pero tampoco creo que tomen esas banderas. No se puede capturar la subjetividad de los 70 y menos la de ahora. Hay tres o cuatro generaciones que han seguido el proceso de globalización del capital con una fuerte marca de terror. Hay toda una subjetividad de época que tiene que ver con el desarrollo del capitalismo a nivel mundial, donde nada escapa a esta situación. Hacer Crisis ahora no sería hacer esa vieja Crisis retocada porque tendríamos un discurso inapropiado y descolgado de la realidad. Hay una generación del menemato pero fue la época que le tocó, una última etapa del neoliberalismo que arrasó toda subjetividad. ¿Hay algo por fuera del capitalismo? ¿Se podrá construir algo? Preferimos plantear la cuestión en estos términos.
?Hablaban de polarización. Hoy viene del lado de los medios…
M. S.: ?El Nº 1 de la revista va a estar dedicado a una serie de conmociones que hubo este año protagonizadas por los pibes. Justamente, esta generación ya está inserta en la mediatización de la sociedad. Todo lo que se haga pasa sobre la lógica de los medios de comunicación. Esto es tremendo porque hay que repensar cómo piensan los pueblos y se construye el pensamiento colectivo.
?¿Cómo va a estar conformada la revista?
S. E.: ?No va a tener secciones fijas. Estamos pensando otra estructura. Este primer número tiene las notas, una serie de reportajes, una reseña fotográfica maravillosa, un ensayo de imágenes y una poesía. La idea es ir explorando y no va a quedar de esta forma. Estamos pensando más cosas para los próximos números, cosas que tengan que ver con el arte pero lo tenemos que discutir.
M. S.: ?Más que un dossier va a haber un tema que nos parece importante. No sería un dossier, ya que no ponemos a nadie a debatir. Además, tampoco tiene editorial, sino un texto que será una presentación de por qué estamos aquí. Y vamos a tener una parte fuerte de estudios culturales que no van a ser reseñas de libros. La lógica no va a ser agarrar grandes acontecimientos literarios y reseñarlos, darles publicidad o tirar opinión, sino más bien intentar recrear algo que está ausente hoy, que es la crítica cultural. Tratar de encontrar ejes de lectura de la producción cultural desde un punto de vista más crítico.