El ex marido de la senadora electa Vilma Ibarra, Mario Gygli, quedó al frente de la obra social de los empleados municipales cuándo Ibarra decidió aceptar la renuncia de todo el directorio.
Basado en la idea de instrumentar un sistema más concentrado de decisiones, que agilice las tramitaciones de la deficitaria obra social, las autoridades decidieron hacer frente al pasivo de 140 millones de pesos con esta drástica medida.
Para facilitar la maniobra de desplazo, el ex presidente Enrique Pistoletti había renunciado ante su gremio (Sutecba) el primero de octubre dejando sin chance al resto del directorio para la permanencia en sus cargos. Cuando todos pensaban que se iba a rediscutir el tema después de las elecciones, sorpresivamente Ibarra presionó para lograr la renuncia de todos, el viernes anterior a los comicios.
Gygly, que se venía desempeñando como gerente general, quedó, de hecho, al mando del organismo. Fuentes de gobierno indicaron que será designada una intervención de dos miembros, que el mismo Gygli la compartirá junto al número dos de Sutecba, Patricio Datarmini.