Las infracciones realizadas a la empresa Mac Donalds por el expendio de las hamburguesas de pollo en mal estado quedarán en la nada gracias a una disposición conforme a "instrucciones precisas" del subsecretario de Justicia , Agustín Zbar. El director General de Control de Faltas, Dr. Raúl Enrique Martín, en base a dichas instrucciones dictadas el pasado 30 de enero del 2002, dispone que "la Unidad Administrativa de Control de faltas no efectuará radicaciones automáticas" . Esto quiere decir que no se sortearán más las causas entre el cuerpo de verificadores que se creara el pasado año para sustituir el viejo Tribunal de Faltas. La causa de Mac Donalds la venía llevando el controlador Nº 38, Sr. Fernández Vidal quién estaba avanzando en la comprobación de las irregularidades constatadas.
Pero en el artículo 3° de la disposición que firma Martín dice que "los legajos generados en virtud de radicaciones automáticas efectuadas con anterioridad a la presente Disposición que no posean resolución firme o hayan sido impugnados en sus procedimientos serán remitidos en carácter de devolución por las Unidades de Control a la Mesa de Entradas de la Unidad Administrativa Control de Faltas a fin de cumplimentar con lo dispuesto en el Art. 1" o sea que voverán a la Dirección Administrativa de Infracciones para citar al infractor, según manda el artículo 5° del Anexo de la Ley 591.
Esta disposición, dictada por "precisas instrucciones" de Zbar, casualmente, salvaría a la empresa patrocinada por su ex socio Carlos Fernando Rosenkrantz, ya que permitió frenar el procedimiento que venía desarrollando Fernández Vidal y proceder a la citación de la empresa. Curiosamente, la dependencia tiene 90 días a partir de que son labradas las infracciones para convocar al penado, y después de tanta voltereta el plazo se venció. La empresa de hamburguesas podrá pedir la nulidad -por lo tanto- de lo actuado por el Gobierno de la Ciudad y la contaminación de los Mac Pollo parece irrisoria si se la compara con la de la Justicia porteña, que una vez más sucumbió ante el poder de las empresas multinacionales.