El gobierno de la Ciudad debe regirse por el decreto Nacional 5720 de mecanismos de compra del Estado. En el mismo se establece la contratación directa como excepción, pero según Daniel Rodríguez, en la actual gestión porteña lo único excepcional es la licitación. Esto sucede en todas las áreas del ejecutivo y pesa más en la boca de un auditor.
Rodríguez se refiere a las contrataciones gubernamentales del siguiente modo. "Hay cuatro posibilidades por la que este gobierno puede manejarse de esta manera. La primera, si está en un arreglo con los proovedores, la segunda por errores de planificación o falta de capacidad para la gestión, la tercera porque ante una normativa obsoleta y burocrática no logra las mayorías legislativas para que le aprueben otros mecanismos y la última es porque cuando encaran una licitación siempre queda parada por algo, falta de estudio de impacto, impugnaciones, etc".
Un clásico de esta administración es prorrogar los contratos vencidos como los de Rentas, basura y residuos patólogicos de hospitales entre otros. Falta una oficina centralizada para la elaboración de pliegos en Obras Públicas, las planificaciones trianuales empiezan de nuevo cada año y si antes de la crisis había atrasos ahora la situación ha empeorado bastante.
"Las contrataciones directas tienen un tope de 100.000 pesos y en casos, como las reparaciones de las veredas de la calle Corrientes, la dividieron en tramos de 90.000 para hacerlo de manera directa. Una va de Alem a Nueve de Julio, la otra sigue hasta Callao y luego, la siguiente hasta Pueyrredón" se enoja Rodríguez. Pero continúa:"El 60% de los medicamentos de los hospitales se compran por caja chica, capaz que en la farmacia de la esquina, a cualquier precio. El mismo medicamento, un hospital lo paga 5 y otro lo paga 10 cuando este último compró más cantidad".
A pesar de que recién cuentan con el informe preliminar, Rodríguez afirma que en el Consejo de la Magistratura "se han corroborado desprolijidades muy grandes en compras de edificios y refacciones", y también pasa lo mismo en el área de Educación "con los comedores escolares".
Un tema aparte lo constituye el arroyo Vega que tras 15 meses de estar parado, se retomó el pliego-mal hecho- de Nicolás Gallo luego de la emergencia de enero del 2001, a pesar que le falta el Impacto Ambiental y el tema de los barros en la desembocadura. "Por suerte para la gente -terminó Rodríguez- esta lluvia la aguantó mejor".