Desde hace más de una semana, los aficionados que suelen frecuentar los "greens" del Campo Municipal de Golf porteño debieron dejar de lado -momentáneamente, esperan- sus "putters" y sus hierros, a causa de una incómoda medida de los trabajadores del lugar.
Los empleados administrativos, que hace siete meses que no cobran sus salarios, decidieron impedir las actividades que se desarrollan habitualmente en el complejo Golf-Velódromo, no dejando ingresar a nadie al predio.
El viejo Campo Municipal está administrado por el Gobierno porteño y por la Asociación de Amigos del Lago de Palermo en forma conjunta, siempre en diferentes horarios. De todos modos, éstos hace tres meses que no pagan el cánon correspondiente, por lo que su situación podría verse comprometida en el futuro.
El viernes se encontraba a la firma del jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, un decreto por el que el jueves o el viernes los empleados – que seguramente son fieles seguidores del gran Enrique Santos Discépolo, por aquello de: "el que no llora no mama"- podrían cobrar sus salarios, según informaron en la Dirección General de Deportes, por lo que el conflicto quedaría así zanjado y los hoyos seguirán sirviendo entonces para aquello para lo que fueron diseñados.