Diplomático, con declaraciones medidas, pero con decisiones por ahora irrevocables, el secretario de Seguridad, Enrique Carelli, señaló que a pesar de "trabajar para que la Bombonera sea habilitada el veto se mantiene firme". El funcionario porteño fue claro. "Tuvimos una reunión en el Comité de Seguridad en función del cual se mantuvo el veto porque se le ha solicitado al club Boca Juniors que hiciera algunas aclaraciones y presentara una serie de propuestas en relación al contralor de emisión de entradas, ingreso de espectadores y otras cuestiones menores. La respuesta de Boca me parece que fue muy amplia, sin demasiadas especificaciones. Y el Comité de Seguridad le ha planteado, le ha puntualizado exactamente qué es lo que requiere. Y al mismo tiempo fuimos convocados y citados a una audiencia en la Cámara en lo Contencioso Administrativa Federal porque Boca ha interpuesto un amparo. El amparo fue rechazado en primera instancia y la Cámara abrió una audiencia con las partes a los efectos de verificar si era factible o no llegar a algún tipo de entendimiento. En este sentido prorrogó la audiencia para este jueves a las 18 horas, y es probable que haya una reunión extraordinaria del Comité de Seguridad con la gente de Boca para pasar revista a esta propuesta. Si la propuesta se ajusta a lo solicitado y a lo razonable que se le está pidiendo, estimo que no va a haber inconvenientes", le bajó los decibeles a la polémica Carelli.
Hábil en sus comentarios, el porteño se apresuró a aclarar que no existe una persecución contra el presidente de la institución, Mauricio Macri, enemigo público del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. "No planteamos un mecanismo que puede ser persecutorio. Boca tiene un sistema instalado que debe ser de los mejores. Sin embargo, en un partido como contra River hubo una serie de desbordes y hubo algunas situaciones, algunas que son ajenas a Boca, por ejemplo la falsificación de entradas. Esto no tiene nada que ver la institución desde ya. Acá el que falsifica una entrada es un delincuente. Pero esto genera que ese pasen los diferentes controles que hace la Policía y cuando llegan a la puerta de entrada, una vez que están en el lugar generalmente se las ingenian o provocan una situación confusa para poder ingresar", explicó en tono didáctico el funcionario.
Sin embargo, eso no fue todo. Carelli manifestó que no hay que politizar la cuestión. "Me parece que éste es el camino errado, porque se politiza un tema que no habría que politizar. Esto es un problema que requiere medidas desde el punto de vista del control y que se pueden tomar, no hay demasiada dificultades para que Boca las pueda explicitar. Que además, tiene todo el apoyo, tanto del Comité de Seguridad como de la Policía Federal para poder cumplirla. Y no estamos nosotros transitando el terreno político con esto, quien lo ha politizado se equivocó. Nosotros tratamos de que el espectáculo funcione en un marco de normalidad. Si hay un exceso de ingreso de público se genera una situación de riesgo. El sistema que tiene Boca permite controlar la capacidad. No hay muchos estadios que tengan ese mecanismo", detalló el ibarrista.
En declaraciones radiales el secretario de Seguridad, señaló que el ingreso de barrabravas al estadio no es un problema policial, sino que el club también tiene responsabilidad por esa situación. "El clásico Boca-River es un clásico particular, hay que reconocer que ahí se exige un sistema de control al máximo. En este caso hay un doble control, la Policía ha centrado un control de seguridad y lo que nosotros estamos planteando como una alternativa con los diferentes controles es que la gente de Boca ayude a controlar la tenencia de entradas y si esta entrada corresponde o no corresponde. Lo que nosotros estamos pidiendo frente a las situaciones que se dieron, que han generado una causa penal, es saber cuál es la propuesta que ellos tienen. Y creemos que con el sistema que tiene Boca la respuesta se puede dar sin ningún problema, puede haber un mejor control y además estamos todos dispuestos a ayudarlo en eso", agregó Carelli.
Hábil de cintura, el secretario de Seguridad volvió a confirmar que el conflicto puede solucionarse en las próximas horas y que es muy probable que Boca, en muy poco tiempo, pueda volver a jugar en su cancha.
