Días atrás se celebró en Rosario el primer matrimonio gay entre extranjeros, y con la unión de dos ciudadanos paraguayos, se inició el debate en la Ciudad de Buenos Aires sobre la posibilidad de convertir a la Reina del Plata en una suerte de Las Vegas latinoamericana si de casamientos hablamos. Ante la presentación por parte de la legisladora María Rachid de un proyecto para que la Legislatura inste al Ejecutivo porteño a celebrar al matrimonio igualitario entre turistas extranjeros/as, el subsecretario de Justicia de la Ciudad, Javier Buján, cuestionó la propuesta y consideró que estaría ?violentando tratados internacionales?.
?No es que no se pueda celebrar el matrimonio de extranjeros del mismo sexo, no se puede casar nadie que no esté radicado en la Ciudad, homosexual o heterosexual?, subrayó el funcionario porteño en diálogo con Noticias Urbanas. ?En Rosario se hizo el primer casamiento de extranjeros, y nos sorprendió. Es un tema a estudiar, hay que ver como impacta esta decisión en las relaciones internacionales ya que en mi opinión se estaría violando el Tratado Internacional de Montevideo al que Argentina y Latinoamérica reconocen como cuerpo normativo en materia de nombre, estado civil, residencia?, expresó.
Luego de considerar que de autorizarse el casamiento de extranjeros también debería habilitarse el matrimonio de parejas nacionales de cualquier provincia en el Registro Civil que más les guste, Buján subrayó que ?permitir el casamiento de parejas sin domicilio en la Ciudad modificaría el sistema que tenemos de registración civil, y se perderían los principios básicos de la ley de nombre?.
?No se hasta donde lo que sucedió en Santa Fe no es violatorio del tratado internacional.
En mi opinión para tomar una decisión en este sentido se tendría que impulsar una reforma del tratado, ya que no podemos desconocer un tratado internacional con jerarquía constitucional con una resolución o ley local?, dijo el Subsecretario porteño.
Y agregó: ?No está en juego el matrimonio igualitario y el derecho a casarse de los extranjeros sino el sistema de radicación,. Si no existiera el principio de radicación uno podría inscribir a un hijo en Jujuy o votar en Córdoba. Si este principio puede tener excepciones se debe estudiar mucho. Tampoco hay que generar una discriminación inversa, porque por defender o impulsar al matrimonio homosexual de extranjeros, no se contempla a los matrimonios heterosexuales nacionales y hay muchos casos que celebrarían poder casarse en el registro civil que quieran y no en el que les corresponde por su domicilio?.
Por último, y aclarando que ?no estamos cerrados a estudiar un tema como este?, el funcionario porteño remarcó: ?Es un tema mucho más complejo que ser una ciudad gay friendly, es una modificación a un principio jurídico que puede estar violentando un tratado internacional y por lo tanto, puede ser grave para las relaciones internacionales de Argentina?.