El juicio oral y público por Cromañón continuó este lunes 1, a partir de las 10, con el último tramo de la indagatoria de la ex subsecretaria de Control Comunal, Fabiana Fiszbin, que propuso "un careo si es necesario" con el defensor adjunto Atilio Alimena.
La sexta audiencia prosiguió con la lectura de la declaración indagatoria del ex director Generla de Fiscalización y Control (DGFyC), Gustavo Juan Torres, el último de los quince imputados por la muerte de 193 personas.
El abogado y ex DEFyC declaró en primera instancia y negó hacerlo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 24, por ello se dio lectura a su indagatoria.
Según Torres no tuvo acceso al informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad respecto a la habilitacion de los boliches, como tampoco a los certificados de habilitación y proyecto de la Legislatura que interpelaba sobre las medidas de seguridad de los locales clase C. "Todos hechos previos a mi llegada". Asimismo se refirió a que por la normativa vigente "no era necesario la clausura de Cromañón por el vencimiento de certificados de bomberos".
A las 13.35 se pasó a un receso de una hora para almorzar. La segunda etapa de la audiencia se destinará, según la presidenta del TOC Nº24 Cecilia Maiza, a la lectura de las pericias y la exposición de mapas y maquetas.
Para el miércoles 3 se espera que declaren los primeros testigos. Estos serán un grupo de arquitectos que realizaron la pericia de la discoteca del barrio de Once.
Los arquitectos de la UBA realizaron una de las dos pericias al local Cromañón; la otra a cargo de bomberos, mientras que la pericia sobre la pirotecnia estuvo en manos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El viernes pasado, durante la quinta jornada, la ex funcionaria porteña Fabiana Fiszbin y los músicos de Callejeros negaron su responsabilidad y coincidieron en señalar al empresario Omar Chabán como el responsable del ingreso de bengalas al lugar y la falta de medidas de seguridad.
El juicio comenzó el 19 de agosto pasado en la misma Sala en la que en 1985 fueron juzgados y condenados los comandantes de la última dictadura militar. A partir de esa fecha, se inició una serie de audiencias, a fin de juzgar la responsabilidad de los explotadores del local, la banda rock que tocó la noche del siniestro, dos ex jefes policiales y tres ex funcionarios encargados de fiscalizar el lugar.
