Sin Mickey ni Pluto ni Tribilín, pero con personajes locales, el Parque de la Ciudad era algo así como Disneylandia en Buenos Aires (es más, su diseño estuvo a cargo de un representante de Disney). Los sectores Latino, Carnaval, Internacional, Fantasía y Futuro venían a reemplazar, entre otros, al Magic Kingdom, EPCOT y los estudios MGM. Y, antes que nada, decir Parque de la Ciudad era y sigue siendo decir “Torre Espacial”, porque ésta es la primera imagen de referencia. Sí, la de esa torre alta y blanca, de 200 metros, que se ve desde la General Paz, cuando uno viene de zona Sur. Tan alta que desde su mirador, ubicado a 176 metros del suelo (son más de 70 pisos) se pueden ver hasta 80 kilómetros de distancia, incluida la costa de Colonia en Uruguay. Es la torre emblema, como si fuera el castillo de Cenicienta, de la que hasta se llegó a decir que los militares la mandaron a construir como símbolo de triunfo sobre los Montoneros. Muy loco. Como sacado de un cuento, de Alicia en el país, cantaría Charly, o algo por el estilo. Cerrado desde noviembre de 2003, en la actualidad, el Parque de la Ciudad, más que a Disney, se parece a un desierto.
La historia de la clausura del Parque comenzó cuando el juez Roberto Gallardo decidió que 12 de los 60 juegos presentaban “fallas técnicas graves”, a partir de una denuncia de la Defensoría del Pueblo porteña. Los problemas electrónicos se debían en general a la falta de mantenimiento: cables sueltos en la Montaña Rusa, falta de protección en el Samba, riesgo de electrificación en los Autitos Chocadores eran algunos de los inconvenientes, además de un retraso tecnológico de más de 15 años. Y ya había un antecedente trágico: en febrero de 2001, Hernán Fischetti, operario municipal del Parque, murió cuando, en un control diario, salió disparado de uno de los carritos del juego Hurricane -sí, otra vez la ficción entrelazada con la realidad- y cayó a diez metros sobre una reja de seguridad. Después de esto, la Ciudad debió enfrentarse con un juicio por daños y perjuicios. Ricardo Dios (que con ese apellido se vuelve casi una obligación que trabaje en la Defensoría del Pueblo) es uno de los abogados que acompaña el desarrollo del expediente Fischetti, pero también está al tanto del expediente que se abrió “sobre el funcionamiento del Parque en general”. Dios cuenta que “se hizo una inspección en noviembre de 2003 y el juez Gallardo dictaminó la clausura de 12 de los juegos y estableció una serie de disposiciones para su rehabilitación. Ese mismo día, el Gobierno le subió la apuesta y en lugar de arreglar los juegos, cerró el Parque. Y hasta hoy, eso es todo lo que hizo”.
Administrador del Parque desde diciembre del año pasado, Rafael Arrastía se sincera: “De la posible reapertura no se puede decir nada, porque, en este momento, no se sabe ni de qué ministerio depende la repartición del Parque de la Ciudad”. ¿Y qué hay de los asentamientos de familias ubicados en el límite, entre la autopista y el Parque? De algún modo ambiguo, por un lado Arrastía asegura que no hay asentamientos pero al mismo tiempo explica: “En ese lugar hay una hilera de casas que no llega a ser ni el uno por ciento del Parque, que además tiene otros bordes, lugares por donde podrían generarse otros asentamientos pero que hasta ahora no han avanzado”.
Como en una pila de expedientes de nunca acabar, otro de los juicios que enfrenta el Gobierno por el Parque de la Ciudad es el de Interama, la concesionaria original, que por acciones legales iniciadas en 1993 le reclama 1.500 millones de pesos a la Capital (en un principio, la suma era de 3.000 millones). La historia, claro, es larga. Tiempos de plata dulce, el predio del Parque se inauguró en 1977 como un megaproyecto del ex intendente de la dictadura Osvaldo Cacciatore.
La idea era construir un parque “zoofitogeográfico” (un espacio verde y con animalitos) y de diversiones. Pero al final sólo se instalaron juegos. La licitación la ganó “Parques Interama SA”, integrada tanto por militares como por civiles. Pero en 1983, y ya en tiempos de alfonsinismo, el intendente Julio César Saguier le sacó la concesión a Interama por considerar que la firma no había cumplido con algunas deudas y, lo más grave, había presentado balances falsos. La causa fue apelada y ahora está estancada en la Corte Suprema: “Si Interama gana ese juicio, creo que se va a tener que declarar la bancarrota de la Ciudad”, dice, mitad en broma, mitad en serio, Eduardo Fachal, Jefe del Área de Control Comunal de la Defensoría del Pueblo. “Tranquilamente, el Parque podría estar abierto. Los juicios no impiden la utilización de esas tierras”, expresa Arrastía.
Con un presupuesto anual de un millón de pesos, las 110 hectáreas del Parque “en el que pueden circular hasta 50 mil personas si se trata del Día del Niño”, según declara Arrastía, están comprendidas entre las avenidas Escalada, Lacarra, Coronel Roca y Fernández de la Cruz, en el límite entre Villa Lugano y Soldati en Capital, pegado a Lanús. También cerca, están las vías del ferrocarril Belgrano Sur. Y en condiciones similares de abandono o precariedad, también están las tierras del Parque Indoamericano, el predio de la UTN, el Campo Municipal de Golf, los estadios de Sacachispas y Deportivo Español, el Parque Almirante Brown, el Lago de Regatas y el Lago Regulador Lugano. Si lo viera Walt Disney…
¿NUNCA MÁS AUTITOS CHOCADORES?
Por el lado de la Comisión de Planeamiento Urbano aseguran que “la Legislatura no tiene autoridad para hacer nada, porque el Parque está en manos del Gobierno de la Ciudad. A lo sumo, puede salir pedido de informes. Pero en las condiciones en las que está hoy el Parque la situación parece irremontable. Habría que destinarlo para la construcción de viviendas”.
Sin afán de considerar al Parque de la Ciudad como la tierra del nunca jamás, y tal vez tomando como modelo lo que sucedió en el Parque Roca como sede de la Copa Davis, Arrastía es un poco más optimista y piensa en una reapertura gradual del Parque, con algunos juegos, “pero sobre todo como paseo público. Estaría bien empezar los domingos con actividades tranquilas para gente de la tercera edad y después ir extendiéndolo a otros días de la semana”. Y, contra las versiones que afirman que el “Parque está venido a menos”, sostiene que el sector “Carnaval” y “Latino” ya están acondicionados y mantenidos de acuerdo con las normas que exige la Superintendencia de Bomberos. Es más, el administrador del Parque explica con cierta nostalgia que hubo sectores y juegos que nunca llegaron a inaugurarse: “Hoy por hoy, 14 de los 60 juegos están habilitados por el INTI y se podrían usar”. E insiste: “La idea es concretar un proyecto que aumente la calidad de vida. Y es un proyecto a corto plazo, factible, que sólo depende de la voluntad de hacerlo. Además de los juegos, se pueden realizar actividades de recreación, como caminatas por sendas aeróbicas o un circuito de bicisenda, una enfermería con médicos que hagan un seguimiento de los vecinos que se acercan a caminar y les tomen la presión, por ejemplo, además de sesiones de gimnasia o yoga con profesor, recitales, clases de tango, todas actividades físicas o de recreación y algunas charlas de orientación sobre algún tema específico. También se puede hacer una huerta didáctica para las escuelas. Mi intención es que sea un paseo público en la zona Sur. Y que sea dentro del Parque porque afuera la zona es algo insegura”. Y orgulloso de su “fitogeografía”, como él mismo lo llama, cuenta: “Es un lugar muy lindo, con muchos espacios verdes y gran variedad de árboles. Es un lugar de descompresión, un spa para pobres”.
SON RUMORES
Si bien no hay versiones oficiales, todas las partes reconocen los rumores acerca de un posible desvío en la utilización de esas tierras del Parque para, por qué no, la construcción de un hotel cinco estrellas. Pero nadie se atreve a confirmar estas versiones. Lo que también es cierto, dicen, es que el Parque está abandonado y concretamente no hay ningún amague: ni se está construyendo un shopping, ni se está avanzando en la rehabilitación del Parque con los objetivos originales de entretenimiento. O sea: no pasa nada de nada.
Así, el comentario que llegó a Arrastía fue el de la construcción de un hospital público en la esquina “más vistosa”, según detalla, la de las avenidas Fernández de la Cruz y Escalada. Pero no le da importancia: “El Parque es tan grande, que la construcción sería lo que una baldosa a una manzana”. Mientras que Dios, abogado de la Defensoría, explica que “es la Legislatura porteña la que debe autorizar la venta de esas tierras, en caso de que se las quiera vender”. Aunque enseguida aclara: “En general, las tierras se concesionan por un tiempo y luego pasan a manos del Estado con los inmuebles que allí se hayan construido”. A su vez, sobre este punto Arrastía aclara: “Por el juicio de la Ciudad con Interama no se puede sacar nada del Parque, no se pueden desarmar los juegos y regalarlos, porque es patrimonio del Parque, que está en juicio desde hace 13 años. Parece la Ley de Radiodifusión: todos amagan y nadie la saca”.
CANTERO: “Que sea un centro satélite”
NOTICIAS URBANAS: -¿Qué tienen pensado hacer con el Parque de la Ciudad?
DIP. FERNANDO CANTERO (ARI): -Desde el bloque teníamos la idea de impulsar un gran auditorio de la Ciudad para conferencias o congresos internacionales, porque Buenos Aires pierde a manos de otros países para organizar este tipo de eventos. Claro que esto se daría también con un desarrollo de la zona Sur. También estaba la idea de construir un hotel cinco estrellas y la realización de infraestructura para transporte, para poder descentralizar los centros actuales. Argentina es el país de Sudamérica con más impulso y Buenos Aires, en particular, una de las capitales que más creció en turismo. Entonces, este es uno de los motivos por el que hay que brindar mejor infraestructura. Y para eso, también necesitamos un lugar que albergue foros, necesitamos un lugar cultural. Todo este proyecto no está formalmente presentado. Lo llevamos el año pasado a la Corporación del Sur, porque, claro, hace falta una gran inversión, pero todavía no nos contestaron. Se da justo en un momento de cambios.
NU: -En ese caso, ¿se sacarían los juegos?
FC: -En cuanto a los juegos, algunos sectores pueden seguir funcionando, porque es un predio muy grande. El Parque de la Ciudad fue una gran inversión durante la época del Proceso, que fracasó porque se hizo en forma aislada. Por eso, no hay que atender solamente ese predio, sino toda la zona. Es verdad que hace falta una gran inversión, pero hace mucho que la Ciudad no invierte y hace falta que lo haga. Con este proyecto, se ve, apuntamos a un turismo de altos ingresos. Pero la idea es también hacer ahí, en el Parque Roca, que también es muy grande, un camping. No hay ni uno en la Ciudad. Entonces esto sería para los sectores de menores ingresos. Y en esa zona Sur hay muchas chances.
NU: -¿Y qué pasa con las villas de esa zona o los asentamientos debajo de la autopista o incluso en el Parque?
FC: -Para las villas linderas a estas tierras, no proponemos que se las levante sino que se las urbanice para mejorar la calidad de vida. En cuanto a los asentamientos que están debajo de la Autopista, la legisladora Laura Moresi (Frente Grande) ya presentó un pedido de expropiación a 700 familias y su reubicación en varios lugares que albergarían dos mil familias. Es todo un proceso de solución del problema: hace poco hubo un incendio ahí; por suerte, no pasó nada, porque era un domingo a la tarde y la gente no estaba en su vivienda, pero podría haber sido grave. Entonces, es otro problema a solucionar en la zona. Hay que tener una política hacia la zona Sur y en un trabajo en conjunto. No puede ser algo aislado. Es decir, no sólo hay que prestar atención al Parque de la Ciudad, sino también impulsar un desarrollo de toda la zona: Parque Roca, urbanización de las villas, la renovación del autódromo. A partir de la construcción de un gran estadio para conferencias, eventos, se produce una necesidad de mano de obra, más tarde de empleados y de traductores, entre otros. Sería un complejo con bares, restaurantes, salas con proyección de películas, algo así, como un “centro satélite”. Si hay un proceso de infraestructura en la zona Sur, es muy importante que ese emprendimiento no se haga de forma aislada.
GODOY: “El juicio no puede impedir su uso”
NOTICIAS URBANAS: -¿Qué es lo que traba la situación en el Parque?
DIP. MARCELO GODOY (CpC): -Hace tres semanas hablé con Enrique Rodríguez, cuando todavía formaba parte de la Corporación Sur y me comentó que todavía no había una decisión tomada al respecto. Habría que ver qué se puede recuperar del Parque. La idea más factible es hacer un Parque más modesto, pero actualizado. Claro que son inversiones muy grandes. Requiere de una discusión para abrir a la comunidad. Cualquier emprendimiento que se haga en zona Sur demanda un alto grado de consenso con los vecinos, porque hay que tener en cuenta además que son ciudadanos con muchas necesidades básicas insatisfechas. Además, me parece que no pueden pasar décadas así, con el Parque desactivado por cuestiones judiciales. Digamos que los procesos legales no pueden impedir su utilización, porque si esperamos a que se cierren todos los expedientes, el Parque no se va a abrir nunca. Hay que invertir en esa zona Sur. Y por esperar estas resoluciones no hay inversión.
NU: -¿Hay algún proyecto?
MG: -Sé que Rodríguez tiene un proyecto grande. Algo así como la construcción de un polo deportivo, más un estadio parecido al del Parque Roca, con la ventaja de acceso que tiene el Parque y la posibilidad de un estacionamiento con capacidad para seis mil autos. Es decir, es un lugar que puede albergar eventos internacionales. El Parque de la Ciudad es el espacio verde más grande de la Capital, después de la Reserva Ecológica. Es una superficie muy grande para cualquier iniciativa.
NU: -¿Y qué piensan hacer con las villas de la zona?
MG: -En cuanto a los asentamientos, habría que estudiar la posibilidad de un reordenamiento con traslado y a eso sumarle la urbanización de algún sector. Sería un plan integral, una política de Estado, consensuada entre todos los partidos. Hay que buscar una solución definitiva. El problema es que el Sur se deteriora cada vez más y entonces se necesita cada vez mayor inversión para no acrecentar diferencias. Si no, el Sur es como África dentro de la Ciudad de Buenos Aires.
MORENO: “Los chicos del sur no tienen dónde jugar”
Como asesor tutelar de menores se ocupa de representar los intereses de, justamente, los menores y los incapaces ante los Tribunales porteños. Así, Gustavo Moreno interviene en todo lo que es la defensa de los derechos sociales de los más chicos, ya sea en escuelas, hospitales o, en este caso, parque de diversiones.
NOTICIAS URBANAS: -¿Qué pasa con el Parque de la Ciudad?
GUSTAVO MORENO: -Se clausuró en 2003 cuando le pedí al juez Gallardo que hiciera una inspección en el Parque como consecuencia del accidente que había tenido un operario dos años antes. Y desde entonces no pasa nada. En ese momento, fuimos con el juez, con técnicos de la Superintendencia de Bomberos y de la Defensoría del Pueblo. Y había más de diez juegos que no estaban en buenas condiciones. Era un riesgo para los chicos y para los operarios del Parque. Así que, junto con Alejandro Nató, entonces ombudsman porteño, pedí la inhabilitación de esos doce juegos. Por eso, Gallardo pidió la clausura y ciertas disposiciones a cumplir para su rehabilitación. Pero esa misma noche, Ibarra cerró todo. En un principio, me pareció prudente. Pero la zona Sur es una zona carenciada, donde los chicos no tienen otro lugar para ir. Los de zona Norte van al Parque de la Costa, entonces, no es una preocupación. Por eso, la idea es que se arreglen los juegos y que se abra el Parque y no que las opciones sean o cerrado o abierto pero en malas condiciones. Ya pasaron más de dos años de la clausura y no se ha avanzado en nada.
NU: -¿Cuáles son los pasos a seguir?
GM: -Por decreto, el Gobierno hizo una verificación técnica con el INTI, cuyo informe ya debería estar hecho, pero todavía nadie tuvo noticias. Con Alicia Pierini, defensora del Pueblo, pedimos que se fijara un tiempo para la reapertura del Parque. Pero la Cámara revocó nuestro pedido por una cuestión formal: nosotros pedimos la clausura de doce juegos, no la del Parque. Ésa es una decisión administrativa del Gobierno.
NU: -¿Qué debe hacer el Gobierno para reabrir el Parque?
GM: -El Gobierno debe acompañar el informe del INTI con el aval de un ingeniero que revise los doce juegos. A eso hay que sumarle la aprobación de la Superintendencia de Bomberos y, si yo doy la conformidad, recién ahí Gallardo levanta el pedido de inhabilitación. Pero el tema es que el Gobierno no acompaña el informe. Quiere decir que hay un desinterés por cumplir la medida. Porque se supone que los juegos ya están arreglados, pero nunca mandaron un ingeniero. Lo que falla es el poder de policía del Poder Ejecutivo sobre las instituciones.