Fue una semana de intensas gestiones entre los sectores opositores que reclaman el desdoble de elecciones y la transparencia anti-sábana en la Ciudad de Buenos Aires, para aparecer en un frente común en contra de Ibarra. El acuerdo empezó a ser bordado por el diputado Eduardo Valdés (promotor de la candidatura de Rafael Bielsa), tras la foto que se sacara Aníbal Ibarra con Néstor Kirchner y Elisa Carrió.
La arremetida mediática en la que incurrió el jefe de Gobierno, funcionó como disparador de la medida. La intención de Ibarra de construir un espacio común con sus compañeros de foto- hoy cada vez menos claro-, hizo apurar el tranco a los sectores de la oposición, temerosos que el efecto Lilita lo catapulte a Ibarra a la reelección. Un tanto apurados quizás, dada la complejidad que presupone para Ibarra un acuerdo con Carrió, Macri, Béliz y Scioli fueron tentados por operadores de Bielsa para una aparición conjunta por el desdoblamiento. La disparidad de la densidad política entre los cuatro fue uno de los inconvenientes a superar.
Por distintas razones, la foto no llegó a concretarse. Scioli directamente tras consultar con su gente prefirió adherir desde el silencio. El comunicado en principio contenía un párrafo acerca de una reforma constituyente que fue sacado a instancias de Gustavo Béliz que no comparte esa metodología y a partir de ello se cerró el acuerdo que avalaron Pimpi Colombo, el propio Valdés y Rodrigo Herrera Bravo.
"Ha llegado la hora de pasar decididamente de las palabras a los hechos. la realización separada de las elecciones nacionales y las locales es un primer paso necesario para efectivizar el reclamo popular de eliminar la lista sábana y transparentar, qué personas y qué programas se están eligiendo" reza el escrito en su párrafo sustancial, mientras que también hace alusión a los que "pretenden subirse a la ola de proyectos presidenciales para potenciar sus chances electorales" en obvia referencia a Ibarra.
También es cierto que de los tres firmantes, ninguno de ellos tiene claro el amarre nacional, por lo conflictivo de la interna peronista en algunos casos o por el difícil entramado de centroderecha por dónde transita Macri. Es en ese sentido, es donde piensan que Ibarra les ha sacado en los últimos días una luz de ventaja, introduciendo en el inconsciente colectivo una "nueva alianza" nacional, aunque en realidad -muy a pesar de Ibarra- no está nada definido.
Lilita en su necesidad de desizquierdizar su candidatura, podría apoyar al actual jefe de Gobierno, con el agregado de poder mostrar una gestión, que por mas endeble que sea, es la única que le ofrecen además de la Hermes Binner, el socialista rosarino. Pero podría terminar apoyando mas de una lista en la Capital, por ejemplo una propia con Eduardo Jozami, impulsado por el chachismo o algún socialista de esos que continuamente la contornean.
La cuestión es que la campaña se lanzó con el eje en el desdoblamiento y en el no más sábana. Duhalde estaría firmando muy pronto la convocatoria a eleciones nacionales para presidente y vice y para diputados nacionales. Ibarra tiene en mente pasar por alto las críticas que le hagan y firmar otro distrital en el mismo sentido. Lo puede hacer sin acuerdo legislativo y salvo algún temblor que lo haga cambiar de opinión, lo hará.