"A Raúl (por Villarreal, imputado con los mismos cargos que Omar Chabán) lo vi ordenar cerrar el portón de ingreso al boliche. Él daba las órdenes organizativas a todos los que hacían seguridad", declaró el primer testigo en la vigésima sexta audiencia del juicio oral y público de Cromañón.
Gustavo, chofer de un micro que llevaba asiduamente a fans de Callejeros desde Villa Celina, dio datos precisos del rol que tenía el jefe de seguridad de Cromañón, Raúl Alcides Villareal, imputado con los cargos de partícipe necesario de estrago doloso seguido de muerte (entre cuatro y catorce años de prisión) y de "cohecho activo" (de uno a seis); quien además es señalado como mano derecha del imputado gerente del boliche, Omar Emir Chabán.
Este testigo además de dejar en evidencia las tareas de Villarreal, defendido por el mediático abogado de músicos, Albino Stefanuolo, aseguró que lo vio salir de Cromañón "con una bolsa negra". El contenido de esa bolsa se desconoce pero las suposiciones de lo que contenía no son demasiadas, la más fuerte hipótesis, es que contenía recaudación del recital, de la boletería o de la barra de alcohol y kiosco ubicados dentro de Cromañón.
"A Chabán se le acercaron dos uniformados que le dijeron que estaban unos pibes haciendo desmanes en una parilla a la vuelta. Le preguntaron ‘qué quería hacer con los pibes, si apresarlos o dispersarlos’. Chabán se fue con los policías para la esquina de Bartolomé Mitre y Ecuador", agregó en su declaración Gustavo.
El testigo que el día de la tragedia estuvo rescatando gente afirmó también que en ese recital y en otros, vio que "algunos colaboraban con la seguridad y tenían puestos remera de callejeros control" y que vio a "Lolo" Buzzi, señalado como jefe de seguridad de Callejeros, "en varios recitales".
Los abogados de los imputados de estrago doloso, tanto el de Chabán que es Pedro D?Attoli como "Joe" Stefanuolo, cargaron sobre el testigo fuertemente y resaltaron sus relaciones con la banda Callejeros, tanto por su amistad como por el lugar de procedencia, respaldando tal relación en que era invitado a los recitales y no pagaba entradas.
D?Attoli le preguntó al chofer Gustavo acerca de los grupos de fans que estarían compitiendo entre sí y rivalizando mediante el encendido de pirotecnia. "Soy seguidor de Callejeros pero no pertenezco a ningún grupo. Conmigo viajaban casi siempre los mismos", dijo el testigo.
En el desarrollo del juicio, sin que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 24 pudiera percatarse, existieron fuertes fricciones por parte de los encargados por el TOC y la policía, con los familiares y los trabajadores de prensa.
Primero un policía sentado delante del blindex hizo callar a un familiar. Éste se negó al silencio y enseguida uno de los encargados de la organización del juicio rodeó al familiar con tres efectivos policiales. El tema no pasó a mayores, pero la custodia de dos efectivos de la Policía Federal -imputados en el juicio por coimas-, cayó sobre el sector de prensa impidiendo conversaciones entre periodistas que lo hacían en tono bajo. Una vez en el receso, los periodistas y los miembros dispuestos por la justicia para controlar el orden en las audiencias, discutieron sobre la modalidad del juicio ya que de acuerdo al reglamento están prohibidas hasta las murmuraciones. El argumento esgrimido fue que ello molesta al TOC. Sin embargo, desde el 19 de agosto nunca hubo un señalamiento del TOC sobre las conversaciones de los presentes en la sala de audiencia de la Corte Suprema de Justicia Nacional.
En la segunda etapa de la audiencia, declaró José (31), un sobreviviente de la tragedia, quien también se refirió a que el cacheo antes del recital lo hacían personas que llevaban en sus remeras la leyenda Callejeros.
El tercer testigo, Juan, de 24 años, reconoció también a personal de seguridad con la remera de Callejeros. "Eran unos cinco; uno de ellos me sacó de Cromañón", comentó.
El fiscal Jorge López Lecube, destacó del testimonio de Juan lo señalado en su declaración de primera instancia, cuando informó a la justicia que quien fuera su novia le comentó que tenía una amiga que había "ingresado 10 bengalas con ayuda de gente de Cromañón".
La chica que ingresó la pirotecnia será citada en calidad de testigo por pedido de la fiscalía.