Esta mañana los metrodelegados discutieron cómo responder a la conciliación obligatoria. Para tomar una decisión, resolvieron esperar la reunión convocada para la 10 en la Subsecretaria de Trabajo. Del encuentro también participará el otro sector gremial, la Unión Tranviarios del Automotor (UTA), la empresa concensionario Metrovías, y el gobierno de la Ciudad.
La justicia porteña, ayer dio un primer paso para destrabar el conflicto salarial entre los metrodelegados y la empresa Metrovías, y también abrió una salida legal a la tirante negociación entre la Casa Rosada y la gestión PRO, por la devolución a la Ciudad de las seis líneas de subte y el Premetro. La confirmación de ese impacto surgió anoche, cuando la Subsecretaría de Trabajo del gobierno porteño ordenó, por primera vez en cinco años, la conciliación obligatoria para que la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), levante la medida de fuerza más extensa que vivió el metro porteño desde que fue privatizado en 1994 y retome las negociaciones salariales con la concesionaria del subte, perteneciente al Grupo Roggio.
La conciliación fue dictada pasadas las 22 y es la primera vez que la gestión PRO decide utilizar sus atribuciones de autoridad laboral para obligar a los metrodelegados a cesar sus medidas de fuerza y retomar la paritaria que lleva medio año de postergaciones.
La resolución lleva el número 1015 y fue anunciada anoche por Ezequiel Sabor, titular de la Subsecretaría de Trabajo porteña, junto al procurador general Julio Conte Grand. "Es la continuidad del proceso que inició la jueza y que implicó armar una mesa de trabajo en la sede de la Subsecretaría para que la empresa y los gremialistas alcanzaran un acuerdo. Sin embargo, estuvieron reunidos siete horas sin alcanzar ese acuerdo", contó el procurador,