En la madrugada del domingo pasado un joven de 28 años perdió la vida al ser acuchillado y molido a golpes en un local bailable de Quilmes. Por ese motivo fueron detenidos cuatro "patovicas" del establecimiento en el que ocurrió el hecho. Este martes el legislador radical Jorge Enríquez alertó que estas situaciones podrían repetirse en el ámbito de la Capital ya que "resulta intolerable la inacción del Gobierno de la Ciudad para hechos de este tipo, cometidos por quienes tienen a su cargo el deber de custodiar a nuestro jóvenes en los lugares de esparcimiento".
El diputado afirmó que "mientras en la Comisión de Seguridad de la Legislatura estamos avanzando en las modificaciones a la Ley 118 de Seguridad Privada para combatir estos hechos, nos encontramos que el Poder Ejecutivo nunca la reglamentó, ni hemos tenido noticias del funcionamiento del Registro de Custodios de Locales Bailables". "En otras palabras, no se cumple desde el Estado con la obligación de velar por los jóvenes asistentes a esos lugares que, por otra parte y en muchos casos, tampoco reúnen las condiciones mínimas de seguridad", aseguró Enríquez a NOTICIAS URBANAS.
El 19 de septiembre la Legislatura aprobó un proyecto de resolución presentado por el diputado Jorge Giorno (Partido de la Ciudad) que le otorgaba 15 días al Poder Ejecutivo para responder acerca de la aplicación de la Ley de Seguridad Privada. "No contestaron. La ley 118 no se aplica, los custodios no vienen identificados y no tenemos el registro funcionando. En cualquier momento sucede lo que pasó en Quilmes, es una bomba de tiempo", respondió Giorno a este medio.
Por su parte, Enríquez manifestó que el Poder Ejecutivo local "no ha respondido a los pedidos de informes enviados desde la Legislatura -que suman mas de 300-, muchos de los cuales tratan sobre la seguridad de los porteños".
Finalmente, el ex vicepresidente primero de la Legislatura y actual candidato a jefe de Gobierno señaló que "vivimos en una ciudad en la que los problemas de inseguridad se ven agravados por un gobierno que no ejerce el poder de policía con el que está investido, lo que convirtió a Buenos Aires en una feria persa. Además, tampoco se atienden cuestiones mínimas para dar seguridad a los vecinos", concluyó Enríquez.