Aún así los argumentos en contra también afloraron en la sesión, incluso el legislador de Socialismo Auténtico Adrián Camps tildó al proyecto de “ilegal” y acusó que “va en contra de la voluntad de los vecinos”.
“Hay una lucha muy amplia de los vecinos para que el predio sea un espacio verde de uso público. Estuve con los vecinos que se movilizaron y no escuché en ningún momento que hubiera alguno a favor de esta ley”, lanzó Camps. Y completó: “El proyecto tiene falencias técnicas absolutas que lo hacen inviable. El 65% de las tierras son transferidas por la Nación a la Ciudad. Para que adquieran un mayor valor, la Legislatura va a permitir que en el 35% restante se puedan construir torres de hasta 25 metros de altura con la posibilidad de construir 80 mil m2. Según Eduardo Elsztain, presidente de IRSA, el m2 de capacidad constructiva vale en la Ciudad 1000 dólares, y por ende esa parcela valdría 80 millones”.
Quien también se opuso a esta ley fue el legislador por el bloque Evolución Hernán Rossi, al argumentar: “Colegiales está movilizada desde hace tiempo en defensa de una mejor calidad de vida, directamente vinculada a la generación de nuevos espacios verdes. El proyecto del Gobierno para la playa ferroviaria, por lo que dice y por lo que no dice va exactamente en contra de esta aspiración”.
Es que el proyecto enviado por el Ejecutivo prevé la rezonificación de un terreno del ferrocarril de 66.900 metros cuadrados en desuso y busca generar un proyecto urbanístico de gran impacto en el barrio. Estos pertenecen al Gobierno Nacional, y acorde a lo que establece el Código de Planeamiento Urbano, el 35% de la superficie total se destinará a la construcción de viviendas o comercios y el 65% restante se transferirá a la Ciudad. El Gobierno porteño llamará a Concurso Público para determinar que se debe construir en esa zona. Teniendo en cuenta que Colegiales solo cuenta con 0,7 metros cuadrados de espacio verde por habitante incorporar solo el 29% del terreno para ese fin suena a insignificante.
Para finalizar, Rossi adujo: “Esta ley tendrá un fuerte impacto en el barrio, no hay mucha información respecto a lo que quieren hacer en el predio y el Pro no dió lugar para el debate con los vecinos”.
Por su parte, el compañero de Rossi en el espacio de Martín Lousteau, Juan Francisco Nosiglia, coincidió con esta postura: “Por qué quieren densificar más un barrio altamente poblado en el Norte de la Ciudad si es en el la zona Sur donde más necesitamos llevar proyectos y desarrollo, tal como determina el Plan Urbano Ambiental”.
“No comprendemos por qué, si hay muchísimos vecinos se han movilizado y reclaman por más espacios verdes y públicos, y el mismo jefe de gobierno declara que hará más plazas que cualquier otro, no utilizamos estas tierras para un gran proyecto en este sentido en uno de los barrios con menos m2 de espacio verde por habitante”, añadió.
Y, asimismo, remató: “Queremos alertar al GCBA que el Terreno absorbente va disminuir en un 50% del actual, teniendo que evacuar y reconducir 35000 nuevos litros de agua de lluvia (por ejemplo, para un mes como enero). Sin las obras respectivas, el barrio podría anegarse, con los trastornos y costos que para los vecinos esto implica”.
Sin embargo, el legislador de la CC ARI, Maximiliano Ferraro, acompañó el proyecto con su voto positivo en primera lectura, y lo justificó al mencionar: “Establecer que esto es un engendro o irracionalidad no me parece justo, después cada uno puede establecer los valores objetivos y subjetivos de lo que estamos discutiendo. Y hablando de densidad y capacidad constructiva qué me pueden decir los bloques que votaron la Agencia de Bienes y la venta del Tiro Federal vinculados a la Comuna 13”. Y pidió: “Discutamos seriamente para mantener modelos que tienes que ver con el desarrollo urbano y pensar la ciudad a futuro”.