El presidente Mauricio Macri prepara un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para retomar la iniciativa política: en los próximos días se oficializarán los cambios para endurecer los controles migratorios y la Ley de ART.
La reforma de la Ley de Migraciones para restringir el ingreso de extranjeros con antecedentes penales y, al mismo tiempo, acelerar su salida en el caso de que cometan delitos y sean condenados en el país, quedará plasmada con la firma de Macri y los ministros Germán Garavano (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad) y Rogelio Frigerio (Interior), de quien depende la Dirección Nacional de Migraciones.
Entre otras medidas, el Gobierno buscará establecer convenios de información con Estados Unidos, Colombia y los países limítrofes, con foco en Paraguay y Perú. También, con las empresas aéreas de transporte de pasajeros a través de los sistemas API (Información Anticipada sobre Pasajeros) y RNP (Registro de Nombres de Pasajeros), así como intensificar los trabajos en la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), en el Registro Nacional de las Personas (RENAPER), y en las fronteras.
Por último, en relación a los cambios en la Ley de ART, la idea del Ejecutivo será adoptar los lineamientos del proyecto que tiene media sanción en el Senado: durante la discusión de la iniciativa a finales del 2016, desde el oficialismo se analizó que el proyecto de ley busca “reducir la litigiosidad del sistema de riesgos de trabajo” mediante la “previsibilidad, costos laborales razonables y una reducción de la incertidumbre en la creación de nuevos puestos de trabajo”.
