La gigante brasileña se sumó así a las 57 ciudades en Estados Unidos, tres en Canadá, una en Lituania y una en México en las que la aplicación cuenta con regulación estatal; que se suman a 31 estados en Estados Unidos, cuatro en México, cuatro en Australia y seis en India, además de Filipinas, donde la regulación es a nivel nacional.
El funcionamiento de la empresa está regulado en 111 distritos en el mundo (un país, 47 estados y 63 ciudades), pese a que presta servicio en 445 ciudades alrededor del globo.
Los datos surgen de un documento difundido por la propia Uber al informar que el decreto firmado por el alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, “brinda un respaldo oficial al modelo de transporte privado a través de ridesharing como servicio distinto del taxi o el remise”.
“San Pablo ha elegido adaptar sus regulaciones a medida que nuevas opciones de transporte van apareciendo impulsadas por nuevas tecnologías tomando la delantera en regular los servicios de ridesharing en América Latina”, explicaron desde Uber.
En Buenos Aires, a un mes del lanzamiento, aún cuando las aguas bajen menos turbulentas y ya no haya piquetes de taxistas cortando el tránsito, Uber continúa en una zona gris.