El kirchnerismo, representado en esta ocasión por Alberto Fernández, tenía ciertas dificultades anoche en el cierre con Aníbal Ibarra. La opción de Jorge Telerman como candidato a vicejefe de Gobierno no contribuyó a descomprimir la lista de diputados nacionales, en la cual lo más propio que tendría el jefe de Gobierno sería Juliana Marino -que cumpliría así su palabra como un dandy-, ya que el tanto el kirchnerismo paladar negro -que no la reconoce como tal- y el ARI presionan por dos bancas cada uno en la Cámara baja, mientras que Claudio Lozano (CTA) y Raúl Puy (PS) completan el rompecabezas de los expectables.
Pero es el rubro legisladores el que ha puesto al borde del ataque de nervios a los aspirantes a residir en Perú 130 a partir de diciembre próximo. Ya es sabido que Alberto Fernández, a pesar de haber generado casi solo este espacio de negociación, tiene -por sus funciones en el gobierno nacional- cientos de problemas paralelos.
Héctor Capaccioli, dirigente sindical de su entera confianza, se "escapó" hacia el sur del país para no quedar sujeto a las presiones que sí sufrió la segunda "ficha" de Fernández, la ex legisladora Liliana Del Valle Sánchez, si no dueña de la lapicera, esta semana al menos dueña del capuchón.
El sciolismo, que coloca a Alberto Pérez en el segundo lugar del acuerdo del kirchnerismo con Ibarra, también tiene lo suyo, ya que los dirigentes de la tropa territorial del vicepresidente se "pintaron la cara" y desconocen tal decisión, amagando con irse al campamento de la calle Chacabuco. Pérez está firme, la duda que queda es si Macri cobija a los rebeldes, brindándoles un lugar en los primeros diecisiete o el segundo puesto en la tercera lista.
Pero en GESTA, el partido de Rafael Bielsa que crearon Eduardo Valdés y Guillermo Oliveri – quienes teóricamente ocupan el tercer lugar de los K-, a pesar de ser pequeño, tienen la interna más feroz de todas. Gabriel Fuks- de extensa militancia en el peronismo revolucionario- era número puesto pero en la última semana algo se rompió y desde las oficinas de Eduardo Valdés salieron dos nombres alternativos: Lucrecia Cardoso, hija del periodista de Clarín y colaboradora del ex legislador, y Milcíades Peña, quien fuera su jefe de despacho y hombre de confianza en la Legislatura.
Aquí la solución no va a ser fácil, ya que los ánimos se caldearon un poco de más y parecería ser que el problema se va a resolver por la externa, sin la intervención de los involucrados directos.
El cuarto renglón del acuerdo lo ocupa Juan Manuel Olmos, quien está cursando sus últimas materias de abogacía y responde políticamente al SUTERH, que se negó a apoyar a Mauricio Macri, en sintonía con el presidente.
Pero, para colmo de males, Gustavo Beliz, su ex socio pretendería colocar a su cuñadísimo, Francisco "Pancho" Meritello, en ese lugar, haciendo valer el "kirchnerómetro" que hoy cree poseer. Beliz, etretanto, aprieta con la fuerza de una morsa, dejando en el olvido las causas penales que le metió a Ibarra.
Otro hombre cercano al SUTERH y, obviamente, al gremio del seguro, es Fabián Valle -su padre es el secretario general de este gremio- peleaba un lugar en el macrismo, junto con Miguel García Moreno.
Para el final, y desmitificando el apoyo de Eduardo Duhalde a Macri, un hombre del riñón de éste en la capital, Alberto Iribarne, podría colocar un hombre suyo que no es el ex legislador Julio Vitobello, y acceder al último lugar de este acuerdo, que, como se ve, tiene muchos actores para pocas plazas. Faltaban a esta altura nada más que doce horas para el cierre de las listas.