Por irregularidades, echan a funcionario macrista

Por irregularidades, echan a funcionario macrista

Se trata de Roberto Skiba, director de Licencias, y se convierte en el primer caso que trasciende de un funcionario macrista despedido por supuestas irregularidades en la gestión, en algo más de cuatro meses de gobierno.


El despido se realizó a comienzos de este mes. Según informa al matutino Clarín, luego de una auditoría en la que se detectaron que se estaban otorgando registros de conductor a personas que no cumplían con los requisitos exigidos, el Gobierno de la Ciudad despidió al director general de licencias.

El ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, de quien depende el área, confirmó la información por medio de su vocero y remarcó que el tema "fue conversado con Macri", aunque no quiso dar más detalles.

Se trata del primer caso que trasciende de un funcionario macrista despedido por supuestas irregularidades en la gestión, en algo más de cuatro meses de gobierno.

Roberto Skiba, que había llegado al cargo con la gestión macrista, no formaba parte del equipo con el que desembarcó Montenegro, ex juez federal, en las distintas áreas del ministerio.

Había sido nombrado director de licencias a pedido de su amigo Jorge Wellington Alves, confirmaron distintas fuentes a este diario. Alves, a su vez, es un ex director de Cultura de Boca, a quien Macri, cuando asumió la jefatura de Gobierno, designó como su jefe de despacho, con un contrato de 6.500 pesos mensuales y la misión de manejar su agenda.

Con el respaldo de Alves, Skiba llegó en diciembre pasado e hizo al menos 20 nuevos nombramientos en la dirección, que funciona en Villa Lugano, al lado del Autódromo. De entrada tuvo mala relación con la mayor parte de los 350 empleados que trabajan en la dependencia.

Fueron algunos de esos empleados, justamente, los que hicieron llegar a los superiores de Skiba información muy concreta sobre presuntas irregularidades que se estaban cometiendo en la dirección. Entonces, desde el ministerio se ordenó una auditoría interna y, con sorprendente claridad, habrían quedado al descubierto varias operaciones que no cumplían con la normativa:

Otorgamiento de licencias profesionales sin verificación del certificado de antecedentes penales, que es un requisito ineludible para quienes trabajan como choferes.

Entrega de licencias para autos particulares sin libre deuda de infracciones, que se le exige a todo aquel que quiera renovar su registro.

Falta de documentación respaldatoria de determinados trámites.

Con esa auditoría en manos del ministerio, Skiba fue empujado a irse. En el texto de su renuncia, el ahora ex director de licencias habló de "problemas de salud". La aceptación de la renuncia, si bien se habría concretado el 1º de abril por medio de una resolución firmada por Montenegro, todavía no fue publicada en el Boletín Oficial de la Ciudad, como tampoco el nombramiento de su reemplazante.

En el ministerio dijeron ayer a este diario que el expediente está aún en trámite y que más adelante será enviado a la Procuración General de la Ciudad, que decidirá si se inicia un sumario administrativo o corresponde hacer una denuncia penal.

Si bien no hubo hasta ahora ningún nombramiento formal, la dirección de licencias está desde hace unos 15 días a cargo de Darío Costa, quien fue nombrado a instancias del subsecretario de Seguridad Urbana, Matías Molinero, quien sí forma parte del equipo del ministro Montenegro. Clarín intentó ayer hablar con Costa, pero su secretaria indicó que no haría declaraciones.

Costa es un peronista de Lincoln, provincia de Buenos Aires, que entre 1995 y el 2000 militó en la misma unidad básica de Maximiliano Corach, hijo del ex ministro de Menem. Ante la consulta de Molinero, Corach, que es asesor de Montenegro, dio buenas referencias de Costa.

Ayer, en el ministerio, dijeron a este diario que "hace mucho que Costa no lo ve a Corach" y que lo eligieron por su formación y sus antecedentes: "Es ingeniero industrial y viene de trabajar en Toyota".

La primera recomendación que le dieron sus superiores al nuevo director de licencias, de todas maneras, es que aprenda de algunos errores de su antecesor: que no haga muchos nombramientos y que construya una buena relación con los empleados de la dependencia.

En la dirección de licencias trabajan unas 350 personas, que desde el año pasado atienden solamente a la gente que sacó previamente por Internet turno para renovar o sacar su registro por primera vez.

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