Al legislador Julián D?Angelo, que ocupa un monobloque en la Legislatura, se lo escucha entusiasmado: como coordinador de la campaña del socialismo porteño evalúa que Hermes Binner, su líder nacional, está destinado a ocupar en los centro urbanos ?y por ende, en Capital? ese lugar que histórica y alternativamente ocuparon la UCR, la Alianza y la Coalición Cívica. Es decir, el lugar de esa centroizquierda no peronista, con un desarrollo importante en los centros urbanos, de perfil antikirchnerista.
Se trata de esos votantes que valoran algunas medidas de este Gobierno, pero que rechazan la cultura de la corrupción (o de que el fin justifica los medios), la intolerancia, el autoritarismo, el maltrato a quienes no piensan igual. O, por la positiva, representaría a quienes piden mayor institucionalidad, diálogo, transparencia. ?Y también achicar los niveles de pobreza, si no, parecemos el PRO, pidiendo diálogo?, se ríe D?Angelo, que en dos meses más deja su banca en la Legislatura.
Este legislador, que estudió Administración de Empresas en la UBA, donde enseña, es coordinador político de la campaña de Roy Cortina, el candidato del socialismo en la Capital, cuya performance en las primarias fue más bien magra. También integra la conducción nacional del PS.
D?Angelo está casado con una contadora, con quien tiene dos hijos, de dos y seis años. En sus ratos libres, colecciona billetes y monedas antiguas.
?¿Por qué cree que Macri tuvo tanto éxito? Ustedes siempre fueron muy críticos con su gestión, ¿considera que hicieron una mala lectura?
?Sí, bueno, nuestra mirada sigue siendo crítica, pero la percepción sobre lo que la gente ha leído en esa gestión evidentemente fue distinta. Hicimos una determinada campaña basándonos en que la gente era más crítica de lo que, en verdad, es hacia la gestión de Mauricio Macri.
?Cultura de microclima; al kirchnerismo le sucedió lo mismo.
?Sí, de todos modos, todos somos vivos con el diario del día después. Realmente no lo vimos así, de lo contrario hubiéramos hecho otro tipo de campaña. La gestión del macrismo, a nuestro criterio, no es buena, pero evidentemente hubo un reconocimiento de la gente hacia las políticas en el espacio público, una valoración en el ordenamiento del tránsito. Los movimientos sociales, que estaban en contra de Macri, hoy reconocen que ha habido una intervención no tan mala en el tema de la acción social, los comedores.
?Digamos que la clase media le perdonó también que no haya hecho nada con los subtes.
?Sí, y que no haya hecho nada con las villas, donde pavimentó y continuó con algunas cosas de urbanización que ya venían en marcha, pero absolutamente nada más. El sur, otro tanto. Macri se ufana de que desarrolló el sur y lo que hay son tremendos proyectos inmobiliarios. Pero para el vecino que vive en un hotel y tiene que comprar una garrafa para sobrevivir, la vida no cambió.
?¿Cuál será su posición con respecto al Presupuesto, que está por debatirse, y a su punto más álgido, el aumento del ABL?
?Está claro que hoy se recauda más por patentes que por alumbrado, barrido y limpieza, lo cual es una barbaridad. Y que lo que se recauda por el ABL no alcanza para pagar ese servicio. El tema es cuál es el criterio que implementa para aplicarlo. Nosotros no nos oponemos porque sí o porque se trate de un aumento. En 2007 era claro que se trataba de una modificación progresiva, donde pagaban más los que más tenían. Entonces, nosotros lo apoyamos. Esta vez, no es así; incluso Grindetti hizo un proyecto lamentable que sube el impuesto en zonas que están cerca del Riachuelo. Otra barbaridad, porque allí es el Estado porteño el que tiene una deuda con estos vecinos por vivir en semejantes condiciones. De manera que, así como lo presenta el macrismo, lo rechazaremos.
?En la discusión sobre los trapitos y cuidacoches hay una mirada del macrismo como si fueran delincuentes encubiertos, ¿qué piensa?
?Es una lectura poco feliz. Yo conduzco y en general no dejo que me limpien los vidrios, por ejemplo, y realmente nunca he tenido ningún episodio violento de que me quieran robar o agredir porque rechazo que me limpien el parabrisas. No compartimos ni la penalización ni la legalización. Rechazo la penalización porque no comparto que se quiera penalizar a un trabajador que existe porque justamente no hay una política orientada a la construcción de playas de estacionamiento públicas para resolver ese problema. De manera que, mientras exista el déficit, existirán los trapitos. Lo que no se puede es cortar el hilo por lo más delgado.
?Pero el caso de los limpiadores de vidrios es diferente.
?Sí, ahí tiene que ver con la falta de trabajo. He visto mujeres con chicos limpiando vidrios. Supongo que, en lugar de estar haciendo esa tarea en la calle, preferirían un trabajo. O un subsidio de la Ciudad. Este es el problema de fondo. El tema es que se legisla para los medios y para que exista la sensación de que se está actuando contra el delito. Pero son dos caminos equivocados. Esa, además, no es una política para paliar la inseguridad. Que no hablen pavadas.
?Pero tampoco está de acuerdo con legalizar la actividad, ¿por qué?
?Porque considero que eso sería privatizar el espacio público. Sería como poner un parquímetro, tarifando el estacionamiento.
?¿Qué va a hacer cuando deje la Legislatura?
?No tenemos la cabeza puesta en eso todavía. Imaginate que estamos manejando encuestas que le dan a Binner un 18 por ciento a nivel nacional, lo que lo instalaría en un segundo puesto. Estamos poniendo todo el esfuerzo para el 23 de octubre. De todos modos, creo que me espera un lugar en el Congreso integrando los equipos del socialismo en Diputados. Pero no está nada definido.
?¿Qué es lo que más le gusta de la campaña del PS?
?El eslogan, que lo resume todo: ?Si querés cambiar, el cambio es Binner?.