La larga serie de escisiones que sufrió el Frente Grande a lo largo de su corta historia, que no supera los diez años, lo sumieron en una crisis que no deja de sumar interrogantes acerca de su destino, incluso cercano.
Ya cuando el Frente comenzaba a pergeñar la conformación de la Alianza -que andando el tiempo se mostró sólo como una herramienta electoral circunstancial y no como un acuerdo ideológico o programático con los radicales, tal cual lo "vendieron" los signatarios del acuerdo- el partido que aspira a representar a la progresía argentina tenía tantos desgajamientos que los no avisados podrían haberlo confundido con un típico partido de la izquierda argentina.
En estos últimos tiempos se profundizaron algunas discrepancias internas, que culminarán seguramente como culminan las discrepancias internas de los partidos inmaduros: con nuevas desagregaciones.
EL DESTINO DE LOS EMIGRANTES DEL FRENTE
Parte del grupo "de la vereda de enfrente", que en el último congreso nacional de la agrupación -que se realizó en el Hotel Savoy, en Callao al 200- se atrincheró en el local que alberga a la conducción nacional, que queda justo enfrente, se dispone a formar un nuevo partido político. En ese grupo estarían Graciela Fernández Meijide y Rodolfo Rodil.
Por su parte, "Juampi" Cafiero, Alberto Flamarique y Darío Alesandro -que hasta no hace mucho era el presidente del Frente Grande de la Capital- estarían preparando sus tiendas para volver a armarlas al menos en las cercanías del campamento peronista, sino dentro de él.
Para no desentonar, Rafael Bielsa, un hombre que supo moverse en las cercanías de "Chacho", se encuentra construyendo su propio camino político, junto a algunos peronistas y radicales que también se sienten liberados de sus antiguas ataduras políticas.
Por otra parte, sigue sin amainar la sangría -casi diaria, por estos días- de militantes y dirigentes que consideran que el Frente Grande ya no es el destino de sus ideales políticos y que sienten que el ARI -que lidera "Lilita" Carrió- es la tierra prometida de los "progres" argentinos. En este campo militan los socialistas democráticos -quienes probablemente serán acompañados por los socialistas populares, con quienes están en proceso de reunificación- y dirigentes del propio Frente Grande, como Irma Parentella, Eduardo Jozami y muchos otros del interior del país.
Entretanto, los antiguos militantes del MODEJUSO, la gente que supo interpretar el pensamiento de "Chacho" Álvarez, que en estos tiempos se siente confinada a las fronteras exteriores del Frente Grande, se están planteando "la reconstrucción del Movimiento Nacional".
Intentarán armar un espacio político común con algunos sectores del justicialismo, del radicalismo y de otros partidos, ya que no existe en todo el espectro político argentino partido que no haya sufrido escisiones, desgarros, traiciones y discusiones sin saldar.
Resumiendo, la relidad que vive el Frente Gande no es diferente a la que vive el resto de los partidos políticos argentinos, que están viviendo la misma crisis de representatividad que todas las instituciones de todos los niveles. Ni siquiera ellos, que se reivindicaban "distintos" y que se atrevieron a convocar a los argentinos a construir "la nueva política", pudieron sustraerse del influjo de la "vieja política", por lo que la crisis, que está arrastrando sin ninguna piedad a todos los exponentes de la política argentina, no dejará de lado tampoco al partido que alguna vez pergeñó "Chacho" Álvarez y que abandonó, no sin antes anunciarles a sus sucesores el destino que hoy les está tocando en suerte protagonizar.
