Tiene 36 años y es uno de los hijos políticos de Elisa Carrió, aunque él dirá que, más que madre, su jefa política es algo así como una maestra. ?Me enseñó el coraje, y en la Argentina se necesita mucho.? Su socio político es el diputado nacional Adrián Pérez, presidente del flamante partido de la Coalición Cívica-Ari (CC-Ari) en la Ciudad y uno de los candidatos que prepara la líder opositora para competir por la Jefatura de Gobierno en 2011. El otro, claro, es Alfonso Prat-Gay.
Lo cierto es que Fernando Sánchez, quien se hizo más conocido para el ambiente de la política durante la última campaña (a pesar de que había sido diputado nacional), se prepara para presidir el bloque de legisladores de la CC.
?Les dije a los de PRO: no me vengan con propuestas extrañas. El oficialismo tiene 26 votos en la Legislatura y siempre consigue los 30 que necesita para la mayoría simple. Eso significa que los votos se consiguen por las buenas o por las malas?, señala.
?¿A qué se refiere con que se consiguen ?por las malas?? ¿Se pagan las leyes?
?No sé, y no me consta nada. Lo que sé es que la Legislatura tiene mucha plata, pero todavía no entré y no quiero de ningún modo minimizar a la institución, devaluarla o ponerla bajo un manto de sospecha. A mí me tocará el diálogo con todos, acordar. Y hay que cuidar los espacios.
?Hablando de eso, ¿se rompe el Acuerdo Cívico? ¿No sería otra decepción política si así fuera?
?A ver? El Acuerdo Cívico fue un acuerdo electoral con un objetivo cumplido: derrotar al kirchnerismo y realizar así la voluntad popular, en lugar de que se siga haciendo lo que se le da la gana al oficialismo. Eso se terminó en diciembre.
?¿Y ahora?
?Y ahora viene una carrera de resistencias: tenemos que sostener en el tiempo una visión política común, si es que la hay, de cara a 2011. Eso es lo que peligra siempre y por eso hay que cuidarlo o, mejor, construirlo. Una agenda común sería acordar en puntos centrales como el fortalecimiento institucional, la lucha por la transparencia, el consenso sobre la financiación de la política?
?Discúlpeme, ¿y Cobos? ¿Qué piensan hacer con él?
?Cobos nunca formó parte de nuestra campaña. Puede estar en un espacio común, pero como uno más, no conduciendo. Yo ni loco me dejaría conducir por él. Eso está claro: un hombre que se fue con el kirchnerismo, a pesar de saber perfectamente que por llegar al poder ellos estaban dispuestos a ser financiados por las mafias de los medicamentos, por la mafia de los casinos de Cristóbal López, cobrando coimas por la obra pública. Son principios y valores sostenidos por buena parte de la cultura política argentina, eso también hay que decirlo: llegar a cualquier precio, haciendo ?caja? como sea, y bueno, nosotros vamos por lo contrario. Por eso hablamos de una visión común o de una carrera de resistencias. Nosotros no le ganamos al kirchnerismo para que ahora gobierne Duhalde o el Coti Nosiglia. ¿Con quién estaremos en una alianza? Con los que se animen. Tenemos mucho tiempo. Podemos ir con el socialismo, el radicalismo o una parte de él o un sector del peronismo que quiera construir con nosotros. O solos.
?¿Con qué peronistas?
?Los que se animen, ya te digo. Los que estén dispuestos a luchar contra la corrupción.
?¿Y quiénes serían?
?La verdad que yo no veo muchos dirigentes peronistas desesperados por la transparencia (risas).
?Volviendo a Cobos, que esta semana protagonizó una pelea fuerte con Carrió, le recuerdo que es el dirigente que mejor imagen tiene en la Argentina y es la esperanza de resurrección del radicalismo. ¿Cómo sería viable que fuera ?uno más??
?Es un milagro que Cobos tenga buena imagen. Pero, bueno, Menem, Kirchner y De la Rúa también las tenían en su momento y mirá cómo están. Nuestro deber es prevenir que los argentinos se lleven otra desilusión como lo fue la Alianza. Por eso, con Cobos, no.
?¿Y qué tendría que hacer Cobos para redimirse?
?Una autocrítica gigantesca. En el Luna Park, no estaría mal.
?Una de las críticas que le hicieron Cobos y los radicales a su jefa es que destruye todo lo que arma, y la realidad es que así como la gente está cansada de la confrontación constante de los K, también empieza a cansarse del estilo Carrió. ¿No cree que está agotado?
?Sacó cuatro millones y medio de votos…
?Entonces, no la ve inestable políticamente.
?Inestable, no. Lo que pasa es que, cuando las cosas parecen normalizarse en la Argentina, la política vuelve a desbocarse y Lilita reacciona: sale a decirlo. Quizá su función más saludable es ponerle límites a esta cultura política, y lo hace muy bien.
?¿No debería tener el espacio mecanismos internos de disenso ?como líneas diversas? para que no todo conduzca a Carrió y sea una construcción más democrática?
?Sí, pero no es fácil hacerlo. Al PRO también le cuesta armar un partido político, a pesar de que nosotros tenemos representación en muchos más distritos que ellos. El personalismo es un problema de los partidos nuevos.
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Nació en Chaco y hoy vive en Palermo. No está apurado por casarse y, según cuenta, tampoco tiene novia. Así que, por el momento, su libido parece enfocada en las arenas de la adrenalina política. ?Bueno, siempre hay tensiones y pasiones, y eso está bien porque es la manera de transitar los conflictos. Hacemos política, no estamos jugamos al bingo?, sostiene. Históricamente, la política formó parte de su ADN familiar. Su abuelo, Marcelino, el patriarca de los Sánchez, fue diputado provincial por el partido conservador y un personaje conocido en su provincia.
Después de unos días de abstinencia de lectura de diarios y discusiones partidarias, Fernando Sánchez está volviendo al ruedo. En la CC porteña evalúan una presentación del bloque de legisladores junto a los integrantes de la Mesa Ejecutiva del partido, hacia fines de febrero. Sánchez quiere darle coherencia al espacio, que también estaría conectado con el partido de Patricia Bullrich, Unión por Todos. Dice que es para evitar incongruencias entre el nivel local y el nacional.
?¿Lilita es como una madre?
?No, como una madre, no. Más bien, como una maestra: a mí me enseñó el coraje, y en la Argentina hace falta mucho. Creo que ella tiene una función muy importante: ponerle límites a este sistema político y a esta cultura de la impunidad.
?Pero a Kirchner tuvieron que internarlo por la carótida y dicen que el disgusto por los dos millones de dólares influyó. Es decir que, al menos su cuerpo, habla de que tan impune no debe sentirse.
?Kirchner está nervioso porque sabe que va a ir preso.
?¿Se psicoanaliza?
?No, me echaron.
?¿Por qué?
?No sé. Mi analista decía que faltaba mucho y me echó.
?Entiendo. Y, dígame, ¿hablaba de su relación con Carrió cuando iba a terapia?
?Obvio. La política es una pasión en mi vida y Carrió es parte de ella.
