En su carácter de Jefe de Gobierno, Macri debutó ayer en la arena internacional recibiendo en la Capital Federal a Mariano Rajoy, líder del Partido Popular español, y más tarde, a Jorge Larrañaga, titular del Partido Nacional de Uruguay.
Rajoy, que salió de la reunión y posterior conferencia de prensa (en el Museo Fernández Blanco), expresó la voluntad del flamante jefe de Gobierno para encarar iniciativas en conjunto, y en los mismos términos se manifestó su colega uruguayo.
Pero todavía más, el español aseguró que el PP ganará seguramente las próximas elecciones generales en la península, y destacó que la reunión con el argentino indicaba que lo que era una intuición había empezado a transformarse en certeza.
Por la tarde, Larrañaga, más circunspecto y sobrio, teniendo en cuenta la tensión existente entre ambos países por la instalación de la pastera Botnia, y la inminente construcción de Ence, a pocos kilómetros de Colonia del Sacramento, declinó la invitación a hacer declaraciones. Se retiró en silencio.
Rajoy, que ya se había entrevistado con la Presidenta Cristina Fernández, almorzó con Macri y un grupo de colaboradores íntimos: la vicejefa Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, el secretario general, Marcos Peña, y el diputado nacional Federico Pinedo.