La represión desatada por la policía en la provincia de Neuquén, ordenada por el gobernador Jorge Sobisch contra una marcha de docentes, que terminó con el asesinato a mansalva de uno de ellos, Carlos Fuentealba, es un hecho tan grave que cualquier anuncio sonaría fuera de lugar.
A esa conclusión, según pudo enterarse este medio, llegaron ayer Telerman y Olivera, quienes después de una serie de negociaciones, habrían alcanzado un acuerdo para componer la fórmula que competirá por la jefatura de Gobierno porteño el 3 de junio próximo.
El anuncio será hecho público casi con seguridad después del paro del lunes y de los actos, de repudio y de homenaje que tendrán lugar en todo el país, aclarando que el acuerdo -que cuenta con el apoyo de Elisa Carrió- sólo tiene alcance en el orden comunal.
Los sucesos en Neuquén impusieron un paréntesis a las posibles especulaciones y coincidencias a las que se supone llegaron los protagonistas principales después de infinidad de tiras y aflojes, a los que se sumó la intervención del ARI Capital, que según se supo, será impugnada en la justicia por Fernando Cantero, titular de ese partido en la ciudad.
En declaraciones a la agencia Télam, Olivera había dicho que "en el encuentro (con Telerman) se impuso el tema nacional ante la gravedad de los hechos de Neuquén y no nos pareció prudente avanzar en temas de la ciudad. Por eso, decidimos abrir un paréntesis".
Pero lo que parece seguro es que los puntos pendientes que restaban ya no lo son, y que sólo quedan detalles formales y el anuncio público que despejará la última incógnita de cara a la primera elección clave de un cronograma implacable.