Por una iniciativa presentada por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), este jueves la sesión ordinaria de la Legislatura porteña se inició con un acto en recordación del atentado que destruyó la sede de la AMIA-DAIA en 1994. Se izó la bandera a media asta en señal de duelo y se realizó un minuto de silencio en recordación de las víctimas de la masacre. Sólo pudieron ingresar en el recinto los legisladores, familiares de las víctimas y el periodismo.
El vicepresidente de la DAIA -en ejercicio de la presidencia-, Jorge Kirszenbaum sostuvo durante su discurso que "muchos nos han preguntado por qué este perverso ataque contra instituciones de bien público, que enaltecen los más elevados valores humanos. Respondemos que nos han atacado precisamente por ello, porque odian visceralmente esos mismos valores que compartimos con millones de compatriotas de todos los credos, con nuestros congéneres de todas las latitudes".
"Queremos ser absolutamente claros. No es al Islam como credo ni a sus feligreses a quienes señalamos, ya que merecen nuestro más profundo respeto; acusamos a aquéllos que cometen el peor pecado contra Dios y el hombre, que es matar en nombre de Dios, profanando así la fe que proclaman", añadió el representante de la comunidad judía.
Kirszenbaum afirmó también que "cuando el Estado no cumple con el compromiso sagrado de proteger a los ciudadanos, perseguir y castigar a quienes matan y destruyen; cuando las instituciones no responden como deben; cuando la impunidad se impone sobre la justicia, los terroristas ganan la partida y la democracia es derrotada".
Por su parte, el vicejefe de Gobierno, Jorge Telerman, señaló que "hubiera preferido que este atentado no hubiera existido, pero lamentablemente existió. No podía concebir como nuestro país podía ser blanco de semejante atrocidad. Este atentado no sólo fue antisemita sino también en contra de la sociedad argentina. Hace 3.650 días que venimos haciendo un humilde homenaje a quienes perdieron sus vidas en este terrible hecho".