La promesa que en estricto off the record le hizo un funcionario de la administración K a NOTICIAS URBANAS, acerca de que el ex ministro de Justicia, Gustavo Beliz, iba a empezar a peregrinar por los tribunales locales, comenzó a cumplirse. De más, está decir que la manera en que Beliz decidió su partida del Gobierno no le cayó nada bien al Presidente Néstor Kirchner. Las acusaciones de mafias enquistadas en la Secretaría de Inteligencia (SIDE), en la Policía Federal y en la justicia, provocaron su traumática salida. "Este muchacho se tiene que dar cuenta que esas cosas no se pueden decir, por decir y ahora tendrá que ratificar o negar sus dichos ante un juez", agregó el funcionario kirchnerista ante esta agencia. La táctica de esmerilado que los pinguinos planean desatar sobre el ex ministro tiene muchos puntos de coincidencia con la planificada por el gobierno de Carlos Menem contra su ex ministro estrella, el ahora estrellado Domingo Cavallo.
El lunes, Beliz tendrá que presentarse en los tribunales de Retiro, más específicamente ante el fiscal federal, Gerardo Policita, en calidad de testigo, por una causa en la que se investiga la existencia de supuestas mafias judiciales y policiales.
La causa tuvo su punto de partida a raíz de los dichos del propio Beliz, quien en una entrevista publicada por el diario La Nación, el 2 de mayo, denunció a supuestas mafias judiciales y policiales contra las que él se jugaba la vida. Esta causa fue a parar al juzgado federal de Rodolfo Canicoba Corral, quien delegó la investigación en el fiscal.
A pesar, de que Policita le envió un cuestionario, en la época en que Beliz era ministro, el ex funcionario jamás contestó las preguntas. Esta causa se sumaría a las denuncias que formuló contra Beliz, el ex funcionario duhaldista Alejandro Pérez Carrega, que pretende que el ex funcionario explique sus dichos acerca de la SIDE y además, lo acusa de violar la identidad de uno de sus jefes, el poderoso y oscuro, jefe de Contrainteligencia Jaime Stiusso, algo que no se puede hacer.