“Me siento feliz como conductora”

“Me siento feliz como conductora”

La querida puertorriqueña está a full con la conducción de Cuestión de peso y acaba de finalizar la obra Un amor de novela, al tiempo que prepara otro espectáculo para fin de año. Dice estar “en deuda” con su carrera como cantante, defiende a CDP de las críticas y está maravillada con el público del teatro.


Cuestión de peso está muy bien. El proyecto está yendo de maravillas. Me siento muy feliz como conductora. Es un proceso de aprendizaje de todos los días. Para mí lo fue de esta manera. He aprendido mucho de nutrición, de salud, de lo humano. Estoy muy contenta porque sé que con los chicos del programa nos respetamos mutuamente. Eso es todo un logro. Creo que hay gente que entiende, dentro del proyecto, qué es lo que importa y de qué se trata la enfermedad y lo logra. Otros están en su proceso de aprendizaje. No abrimos un juicio porque se trata de una enfermedad. Siempre que estamos hablando de una enfermedad está en manos de la voluntad de aquel que la padece y de cuánto puede seguir su tratamiento. Ninguno puede tirar la primera piedra frente a
un hecho contundente donde vos no estás en la piel del otro para saber realmente qué es lo que padece.

Salir de Cuestión de peso para llegar al teatro cuando estaba en Un amor de novela era una carrera un poco loca. Termino el aire a las 18.45 y a las 19.15 estaba en el teatro. Lo primero que hacía, cuando llegaba, era colgarme detrás de un tubo de la escenografía para hacer un poco de gimnasia y estirarme. Si arrancaba en el escenario con el frío del aire acondicionado que traía desde el estudio hubiera sido fatal. Lo primero que hacía era bajar y trabajar un poco lo físico. Después calentaba la voz, la prueba de sonido… ¡y ya estábamos a punto para empezar!

Impasse 1: Siempre es un placer entrevistar a Claribel Medina. Mujer de ideas claras y mente abierta, está de muy buen humor. Recordamos algún reportaje hecho y tocamos el tema de su doble faceta de cantante y actriz así como su participación en la obra Un amor de novela, hasta hace pocos días.

Antonella, mi personaje en la obra Un amor de novela, era una suerte de varias heroínas de telenovela. Era la historia de una pareja que cumple veinte años de casados y ella es una enamorada del romanticismo de las novelas. Casi que vive su vida a través de los personajes de las telenovelas y de sus fantasías: el galán, el caballero, el amor, la fantasía del amor eterno. Fue interesante hacer este personaje porque fue desdoblarse en muchos personajes a la vez, de improvisar muchas cosas y de una búsqueda intensa, como investigar a otras actrices en tanto gestos, actitudes y demás. Sobre todo, posturas, porque hay mucho trabajo físico y dramático de algunas actrices argentinas. Era un juego con el público que se va dando cuenta de las frases de telenovelas. Fue una búsqueda muy linda.

Hubo mucha energía con el público, mucho feedback. Uno ensaya y ensaya y no tiene la menor idea de lo que va a pasar el día del estreno. Fue una sorpresa para nosotros. Este espectáculo le permitió al público acercarse a las heroínas que conoció, a las canciones que escuchó, a las parejas de las que se enamoró. Estás haciendo una escena y la gente contesta como si fuera parte de la obra. Se acercó todo tipo de público al teatro. Un amor de novela no era específicamente para la mujer amante de la novela. Había gente joven y más grande, y también venían muchos hombres, lo cual estaba buenísimo porque significa que la novela no pertenece solo a la mujer sino que el hombre, muchas veces, también se engancha. Si esto pasó en Capital, no quiero ni imaginarme lo que va a ser el interior del país. Va a ser una avalancha de energía terrible.

Impasse 2: Claribel contesta todo con esa gracia que le es reconocida. Posa para las fotos con naturalidad y juega con su vestuario. No pierde la simpatía ni siquiera al tocar temas difíciles, como algunas críticas a Cuestión de peso.

Por las críticas al programa creo que hay una cuestión de no permitirle al gordo vivir la vida cotidianamente como es, como a cualquier ser humano. Eso, ya en sí, es un prejuicio. Una persona con obesidad recibe el prejuicio de la sociedad a través del rechazo. Es lo mismo que un chico que está en el colegio y le pega a otro. ¿No le vas a decir nada? Entonces, se sobreactúa algo que es natural. La persona que está pasando por ese proceso, si se sintiese maltratada, no estaría. Sabe que está recibiendo un beneficio y, además, no permitirle que se divierta me parece una locura. ¿Por qué no va a dar una vuelta carnero? ¿Quién dice que no puede hacerlo? ¿Por qué no puede jugar con una pelota? Si hay personas atrás, entrenadas, para cuidar ese cuerpo. Luego, cuando se está hablando de una dieta y lo que pasa detrás de todo eso, es una misión que tiene una clínica médica. Preguntar, en mi caso, qué se está haciendo mal es lo que pregunta cualquiera en su casa. Qué es lo que no te hace sentir bien, qué es lo que te provoca no hacer las cosas bien o qué te hace equivocarte.

No creo que edite un disco mío, de canciones. Tengo una deuda con mi faceta de cantante propiamente dicha y hay gente que se lo sigue preguntando. He distribuido mi carrera de manera muy particular por tener hijas de muy joven, y los tiempos de una tira, por ejemplo, no te permiten estar mucho tiempo fuera de tu casa. Si estaba haciendo teatro, hacía solo teatro, o si era televisión, me quedaba solo con la tele. Ahora que mis hijas están más grandes, me puedo dar otros permisos e irme con más tranquilidad y menos culpa, si se puede decir. Por lo pronto, vamos a hacer un espectáculo musical. El disco te lo debo, pero la idea es comenzar a trabajar sobre ese proyecto que estaría listo para fines de noviembre. La idea es que tenga una larga vida el año que viene. Sería de salsa, boleros, blues y guarachas. Las canciones están elegidas pero no te las voy a decir ¡porque es una sorpresa!

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