Como señal de distensión después de la tormenta, el jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández, reunió al interbloque oficialista de la Legislatura, que incluye a los socios K, para consensuar las modificaciones al Código de Convivencia Urbana.
El mítin, casi terapéutico, fue poco antes del fracaso del tratamiento de la ley en la Legislatura, y después de un encuentro que mantuvieron Aníbal Ibarra y Alberto Fernández justamente con el mismo objetivo: calmar los ánimos alterados en las segundas líneas de sus respectivos espacios porteños.
"La reunión sirvió", destacaron del lado de Ibarra. "Fue tardía, pero sirvió", apuntaron, por su parte, los albertistas que en la intimidad acusan de todos los males al jefe ibarrista Fernández y se refugian en el ala protectora de Vilma Ibarra, la senadora y hermana del jefe porteño.
En el encuentro con los 21 legisladores del oficialismo también participó el secretario de Justicia y Seguridad Urbana, Juan Carlos López, cuyas posturas sobre las reformas al Código de Convivencia chocan con las del kirchnerismo.