Hace algo mas de un mes que el Hospital General de Agudos Juan Antonio Fernández, ubicado en el barrio de Palermo, no cuenta con su tomógrafo axial computadorizado. Una muestra más del estado que sufren los hospitales porteños. El aparato, tan necesario y costoso de conseguir, está averiado y, por consiguiente, en desuso.
El Director del Hospital, Aurelio Pérez Flores, hizo público que la falla que sufre el tomógrafo reside en que se le ha anulado un tubo interno. "El tomógrafo está en reparación" afirmó el director, tratando de apaciguar las aguas, pero lo cierto es que pasa el tiempo y el problema sigue, aunque Pérez Flores sostenga que "está en vías de solucionarse".
El problema tiene en realidad raíces mas profundas. El tema es así: el funcionamiento y mantenimiento del tomógrafo computarizado del hospital Fernández depende de una empresa concesionaria, Imágenes Computarizadas Médicas, que presta servicio desde 1993 cuando el intendente era Carlos Grosso. La empresa no lo repara porque "dice que el Gobierno de la Ciudad le debe dinero". Por su parte, el Gobierno porteño no reconoce el contrato que se firmó en la época de Grosso y se escuda con que tiene precios muy superiores a los del mercado. Actualmente el gobierno de la Ciudad y la empresa están en juicio. Así, tironeando de ambas partes, la solución parece lejana.
El director del nosocomio que queda en Cerviño al 3300 y tiene una capacidad de 450 camas, confirmó que "es el concesionario del tomógrafo es el que está a cargo de la reparación", pero no dio mas datos al respecto.
