Una vez terminado con el "affaire" Jozami, tal como adelantara hace un mes Noticias Urbanas Aníbal Ibarra pondrá en marcha una nueva reestructuración del Ejecutivo, en la cual suprimiría por lo menos dos secretarías, casualmente radicales. Quiénes ya es un hecho que abandonan sus cargos son Facundo Suárez Lastra, el secretario de Justicia y Seguridad y Enrique García Espil, el secretario de Planeamiento Urbano.
En el primero de los casos la secretaría de Suárez Lastra desaparecería, quedando el área de Justicia colgada de la Procuración General que comanda Juan Carlos López, a cargo de Enrique Carelli (mano derecha de Facundito), y el área seguridad -seguiría Claudio Suárez- pasaría a revestir en la Jefatura de Gabinete que va a explotar de tantos "ravioles". La otra posibilidad es que todo pase a depender de Raúl "el colorado" Fernández. En cualquiera de las opciones es incierta la continuidad-aunque no está descartada- del actual subsecretario de Justicia, Agustín Zbar, que tiene actualmente muchas diferencias con Suárez Lastra.
Hablando del ex lord mayor de Buenos Aires, estaría analizando seriamente la posibilidad de volver a su provincia natal, Mendoza, habida cuenta de algunos incidentes callejeros menores que le sucedieron en la Ciudad y que no está conforme con una secretaría vaciada de contenido. Su anclaje al gobierno, hoy por hoy, es exclusivamente su amistad con Ibarra.
En el caso de Planeamiento Urbano, la podría absorber la secretaría de Medio Ambiente y Espacio Público pero le bajarían el rango. Lo que fuentes del oficialismo dan por sentado es que la "línea" de Bernardo Duhovne, lease García Espil, Marcos y D’ Andrea que vienen desde la época de Fernando De la Rúa ya no continuarán.
Con esto se produciría un problema en la coalición gobernante ya que los radicales pretenden, ya no sostener a su gente sino que los recambios sean de su partido. Desconfían de Ibarra que, como en el caso de Alfredo Stern, el secretario de Salud, la persona elegida no responda a ninguno de los aparatos fuertes de la ciudad. Si sale con un "domingo siete y pone a un afiliado radical amigo de él, empezarán los problemas" amenazan desde la Legislatura.
El loteo de cargos, que llegará seguramente con discurso de "achique político" está en marcha a pesar de la lentitud con que se toman las decisiones. El cimbronazo de Jozami-que podría haber sido alentado por Chacho Alvarez- pegó muy fuerte en el gobierno ya que le cierra aún más los caminos hacia el ARI y el FreNaPo, desde dónde Ibarra imaginaba la reelección y lo condena, quizás definitivamente, a matar o morir con la UCR.
