La situación de la Coordinación Ecológica del Área Metropolitana, Sociedad del Estado (CEAMSE) no deja de deteriorarse día a día. Motivado por esta difícil situación, el directorio de la empresa chocó de frente con el Gobierno porteño, que hace dos meses que no le abona los servicios ordinarios de transporte y disposición final de los residuos que generan los porteños. La suma que adeuda la Ciudad de Buenos Aires estaría en el orden de los tres millones doscientos mil pesos.
En las negociaciones que encaró la empresa con la administración Ibarra no estuvieron ausentes las rispideces. Fuentes cercanas a la empresa confirmaron, incluso, un rumor que recorrió la semana pasada el ámbito político porteño: que CEAMSE planteó que si no aparecía el dinero, cerraba las estaciones de transferencia, situadas en los barrios de Flores, Pompeya y Colegiales, que es donde los camiones de las cuatro empresas que recogen la basura porteña -CLIBA, AEBA, SOLURBAN y Eco Hábitat- la depositan, y desde donde los camiones de CEAMSE -que opera la concesionaria SYUSA- la cargan para transportarla al centro de disposición final de Villa Dominico.
Si se hubiera cumplido la amenaza, los residuos de los porteños hubieran quedado sin destino. La pregunta surge, entonces, en forma inmediata: ¿qué se hace con casi 5.000 toneladas de basura diarias, si no se las puede llevar al centro de disposición final designado?. Tan grave fue la controversia desatada.
ADOLFO BOVERINI SE FUE
En medio de la tirante situación que vivía la empresa con el Gobierno porteño, el presidente del directorio de CEAMSE, Adolfo Boverini, fue removido. Al hecho no fue ajena la precaria salud del funcionario, que además tampoco había podido sanear las finanzas de la empresa,cuyo único deudor no es la Ciudad de Buenos Aires, ya que los municipios del conurbano le deben alrededor de 40 millones de pesos.
De todos modos, la difícil situación que viven las propias intendencias del Gran Buenos Aires son casi un espejo de la del CEAMSE, por lo que es posible que las cosas no mejorarán, al menos en el futuro inmediato.
El reemplazante de Boverini al frente del CEAMSE sería -casi con seguridad- el diputado provincial por San Martín Eduardo Bustos, un hombre que desarrolló su carrera en las cercanías del ex gobernador Eduardo Duhalde, aunque los que conocen la provincia lo sindican en la actualidad alineado con el actual gobernador, Felipe Solá. Bustos debería asumir muy pronto, ya que la situación de la empresa no tolera dilaciones administrativas.
LA SITUACIÓN ACTUAL
A pesar de las amenazas, las rispideces y las miradas torvas, la sangre no llegó al río. Al fin y al cabo no se negociaba ni la honra ni el honor, sino dinero. El acuerdo firmado, que en esta oportunidad, al contrario de las anteriores, tomó la forma de una carta de intención, obliga a Ibarra a firmar un decreto en el que deberá figurar el reconocimiento de la deuda pendiente y la forma en que será abonada.
Tanta desconfianza de los bonaerenses para con sus pares porteños tiene asidero en la morosidad de estos últimos en cumplir con los compromisos de pago que ya asumió en varias oportunidades y no cumplió.
Para complicar aún más las cosas, CEAMSE anunció oficialmente esta semana a las fuerzas vivas y al gobierno de Avellaneda que dejará de operar el centro de disposición final de Villa Dominico, que si bien no está colapsado en su capacidad física, sí lo está en la tolerancia de sus vecinos y del propio gobierno de esa localidad, que han protestado en repetidas ocasiones por los perjuicios que les acarrea la presencia del gran basural en las inmediaciones de sus viviendas. A causa de ésto, los residuos de la Ciudad serán dispuestos a partir de los primeros meses del 2003 en el centro de disposición Norte 3, que queda a la vera del Camino del Buen Ayre, en las inmediaciones de Campo de Mayo.