Un grupo de activistas de Greenpeace, vestidos con trajes amarillos, se amarró a las ruedas de un camión que transportaba residuos patogénicos del Hospital Fernández. El vehículo contenía desechos altamente peligrosos que serán incinerados en algún lugar del Gran Buenos Aires.
"El camión de Tri Eco había salido del Hospital Fernandez, pero suponemos que venia de otros hospitales", aclaró la bióloga Verónica Odriozola, coordinadora de la campaña de Greenpeace Argentina. "Este es apenas uno de los camiones que diariamente recorren la ciudad llevando basura que luego incineran en el conurbano. Lo que este camión transporta es la materia prima para las fábricas de cáncer", denunció Odriozola.
A principios de este año, Greenpeace había detectado que las cenizas "almacenadas precariamente" en la planta que posee esta empresa en el Polo Petroquímico de Dock Sud, eran "fuertemente tóxicas". Además, se encontraron sedimentos en los alrededores con altos niveles de plomo, cadmio, cromo, cobre y zinc.
El informe "La Incineración enferma Buenos Aires" de la organización ecologista afirma que el 82 por ciento de los residuos de los hospitales municipales son incinerados, y de esa cifra, el 50 por ciento lo hace la empresa Tri Eco SA.
En otro informe, publicado la semana pasada por la misma agrupación, se afirma que la quema de desechos patogénicos dispersa en el medio ambiente sustancias cancerígenas como las dioxinas, un hecho reconocido internacionalmente. "La paradoja es que son los propios residuos de los hospitales los que provocan nuevos problemas de salud en la población", manifestó Odriozola.
También existe otro informe llamado "Más vale prevenir que curar", basado en los sedimentos encontrados en Tri Eco a principios de año, en el que se expresa que estas "dioxinas son responsables de problemas en el sistema inmunológico, malformaciones congénitas, alteraciones del sistema endocrino y cáncer".
Si bien Greenpeace ya ha denunciando esta situación, la protesta de hoy se realiza debido al proceso de licitación para renovar los contratos para el tratamiento de los residuos patológicos en los hospitales porteños. "Se están realizando en estos días las licitaciones para contratar el servicio de estas fábricas de cáncer, creo que en el Santa Lucía ya se abrieron los sobres, pero todavía, según tengo entendido, no se adjudicó el servicio a ninguna empresa", explicó Odriozola.
La semana pasada, un grupo de activistas instaló frente al Obelisco 40 camas de hospital que simbolizaban a los enfermos. En su página de Internet y en afiches callejeros, Greenpeace insta a la población a pedirle al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, que prohiba las "Fábricas de Cáncer".