Existen estudios que alertan sobre la situación de los chicos que, pese a poder alimentarse de manera debida, no lo hacen por razones culturales o sociales. En ese sentido, Carlos Needleman, Director de Pediatría de la UBA sostiene que "casi todos los chicos están recibiendo un aporte bajo en hierro y calcio, pero alto en grasas. El problema actual en las escuelas es la obesidad con desnutriciones parciales con carencias de proteínas y minerales, debido a una mala alimentación".
Una encuesta nutricional entre 160 chicos cuyas edades oscilan entre los 6 y los 11 años de edad y que practican actividades deportivas en el Club de Amigos de Palermo alertó sobre una deteriorada alimentación infantil en hogares de clase media. Según la nutricionista Karina Fucks, quien llevó a cabo esta encuesta, la "obesidad infantil, el incremento del riesgo cardiovascular y la diabetes son las consecuencias asociadas a este tipo de alimentación".
El legislador porteño Roy Cortina presentó un proyecto de ley para que se establezca un programa de concientización y difusión de la importancia de las cuatro comidas en la alimentación de los chicos, sobre todo la de un buen desayuno que, por la actividad que desarrollan los chicos en las escuelas es fundamental para un buen funcionamiento psíquico y físico. Cortina prevé que esta campaña se realice en colegios, hospitales y en la vía publica, a través de afiches publicitarios.
Sin embargo este proyecto se enmarca en una situación social poco favorable, ya que en la Argentina de hoy mueren más de 12 mil chicos por año, por causas evitables y que en esta ciudad hay gran cantidad de chicos que no pueden alimentarse como debieran y por lo tanto no desarrollan su capacidad psicofísica.
Ante esta situación, Cortina argumentó que "no es mi intención tapar el sol con las manos. Sin duda, la apuesta más digna y por cierto más efectiva para paliar gran parte de los problemas que, relacionados a la nutrición, afectan a la población de nuestra ciudad, es la mejora en las condiciones laborales y salariales. No obstante, estoy convencido de lo pertinente y necesario que resulta concientizar en torno al valor energético y/o nutricional del desayuno y la importancia – para un mejor rendimiento tanto psíquico como físico – de las cuatro comidas diarias, mediante una campaña de difusión como la que propongo".
Entretanto, "los chicos pobres que tienen hambre", siguen esperando una campaña que les permita alimentarse a ellos también cuatro veces por día