“Cristina está apostando a que gane Macri”, afirma el sociólogo Gerardo Aboy Carlés, acostumbrado a pensar la política desde el laboratorio de la academia. Y dice más: “mucho del futuro del kirchnerismo se va a jugar durante el primer año del próximo gobierno. Dependerá de que en el próximo turno se puedan hacer cambios en la política económica que no generen demasiados costos a la población. Para decirlo simple: una política de shock del próximo presidente garantiza un crecimiento seguro de la oposición que, sea cual fuere el próximo gobierno, “será kirchnerista”. Cuando Aboy Carlés habla del kirchnerismo se refiere, en verdad, al núcleo duro de la militancia, que separa del Frente para la Victoria (un sello más amplio). Profesor de Teoría Política en la Universidad de Buenos Aires e investigador independiente del Conicet, repasó para Noticias Urbanas el estancamiento de Sergio Massa; la clave del éxito político de Pro; las diferencias entre Rodríguez Larreta y Michetti; la novedad de Martín Lousteau; los infortunios de Hermes Binner y la implosión del radicalismo que habría dañado más a FAUnen que el ruidoso portazo de Elisa Carrió.
-¿Por qué dice que lo mejor que podría sucederle a Cristina es que gane Macri?
Bueno, porque si ganara Massa o Scioli sería una catástrofe para el cristinisimo, que expresa algo diferente al Frente para la Victoria. Si ganara Scioli, que es quién tiene más chances si las elecciones fueran hoy, necesitaría generar una independencia como Néstor Kirchner lo hizo con respecto a Duhalde y eso sería letal para el núcleo duro de los K. Tengamos en cuenta que hoy tienen un 25 por ciento de adhesiones porque hay un sector del PJ que aún apoya a Cristina y porque el gobierno ha sido eficaz en evitar fugas hacia el massismo, pero cuando el kirchnerismo deje el poder, el peronismo se irá hacia el nuevo esquema de poder. Esos apoyos quedarían reducidos entonces a un 10 por ciento.
-¿Y que pasará con Cristina cuando deje el poder?
Es muy difícil pronosticarlo ahora porque mucho de lo que suceda tendrá que ver con lo que haga el próximo gobierno. Si el próximo presidente realiza modificaciones suaves, no traumáticas sobre los aspectos más problemáticos de la política económica y el sistema productivo, el kirchnerismo tendrá menos chances de prosperar como oposición. Es por eso que Cristina apuesta claramente a que gane Macri.
-¿Cuál fue el secreto de Macri para crecer más que sus competidores?
Hubo varios factores que le jugaron a favor. Pro hizo en la Ciudad una gestión módica, pero visible para el ciento por ciento de la población. Cualquiera que haya viajado a otros países de América Latina sabe que lo que hizo Pro en Buenos Aires no fue un Metrobús sino un carril exclusivo. Es decir, mejoró el tiempo de traslado de significativas franjas de la población con una baja inversión. Además hizo una obra pública muy vistosa. Veníamos, por otra parte, de administraciones bastante malas por lo que elevar ese piso tampoco era tan complicado. Paralelamente, la propia dinámica del conflicto político fue favoreciendo a Macri: Massa se estancó y Unen fue afectado por la crisis de los radicales. Indirectamente, Pro fue favorecido por la fuga de votos de Unen. Por otra parte la oposición comete el error de criticar a la estrella de su gestión, el Metrobus, en lugar de pedir un mejor Metrobus.
-¿No es la misma crítica masiva que hace la oposición con respecto al Gobierno?
Claro que sí. En ese marco entran las declaraciones lamentables de Sanz con respecto a la Asignación Universal por Hijo (AUH).
-¿En qué situación, digamos, “trabaja” Unen, para Macri?
Cuando Cobos dice que recién en marzo van a definir con quiénes van los radicales, está favoreciendo claramente a Macri. La crisis de un partido fragmentado y sin liderazgo dañó mucho más a Unen y las chances de Binner que la actitud de Elisa Carrió yéndose al Pro o a sus adyacencias. Es más: Binner hubiera tenido más chances desde el Frente Amplio Progtresista que ahora. La única malla de protección que encontró Unen es la candidatura de Lousteau en la Ciudad, que vino a cambiar el mapa político porteño.
-¿Por qué se estancó Massa, qué errores cometió?
Massa empezó ubicándose en el medio de la polaridad, pero de a poco fue acercándose a sus competidores, Scioli y Macri. Es decir, se convirtió en un opositor más en medio de un espacio que ya tenía esos liderazgos. De los tres, parecía que Massa podía aprovechar mejor la oportunidad de este turno, pero la propia dinámica del conflicto político lo fue cercando. En 2003, Kirchner pudo aprovechar esa oportunidad por izquierda y parecía que Massa podría hacerlo esta vez por derecha. Pero eso no sucedió hasta ahora. De todos modos, falta mucho y las elecciones pueden tener un resultado inesperado.
-Durán Barba dice que cualquier candidato de Pro gana en la Ciudad, ¿son lo mismo Rodríguez Larreta que Michetti?
De ninguna manera. No son lo mismo ni para Macri, ni para el electorado. Estimo que si el postulante fuera Rodríguez Larreta, podría haber una segunda vuelta, cosa que no sucedería con Michetti, según las encuestas, aunque ambos finalmente ganen. Larreta es más resistido. Pero, desde el punto de vista de Macri, por el contrario, pareciera que Rodríguez Larreta le garantiza mayor continuidad que Michetti.
-Antes decía que la candidatura de Lousteau en la Ciudad vino a cambiar el mapa político porteño, ¿por qué?
Después de la crisis del campo, los porteños quedaron atrapados en una polaridad que no siempre los representa: la opción que tenían era Filmus o Macri, aunque no fueran esos candidatos los más representativos, o los que genuinamente hubieran votado. La irrupción de Lousteau como tercera opción los libera de esa elección. Además, enriquece claramente la contienda porteña. Por otro lado, es la única protección que tuvo Unen con respecto a la crisis de la alianza a nivel nacional.
En primer plano
• Edad. 48 años.
• Ocupación. Investigador independiente del Conicet. Profesor de Teoría Política en la Universidad de San Martín.
• Un restaurante. Salgado (Velazco y Aráoz).
• Una esquina. Chivilcoy y Bogotá.
• Un barrio. Floresta.
• Un libro. Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa.
• Una figura histórica. Raúl Alfonsín.
• Una película. Tierra y libertad, de Ken Loach.
• Una frase. “Que lo urgente no nos impida ocuparnos de lo importante.”
