El mes de diciembre se caracterizó por la devaluación, la aceleración inflacionaria y los cambios estipulados en las regulaciones de importación, tras las elecciones y la asunción del nuevo gobierno. A esto se sumaron períodos sin precios y escasez de insumos, que resultaron en que varias empresas frenaran sus actividades.
Todo esto impactó con fuerza en el consumo y repercutió en la producción de las manufacturas, lo que provocó que la actividad de la industria PYME se desplomara un 26,9% interanual y cerrara el año con una baja del 2,6%, según el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Además, el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP), elaborado sobre una muestra de 410 industrias de tamaño pequeño y mediano, mostró que, en el último tramo de 2023, el 53,4% de las empresas tuvo dificultades para reponer stock, especialmente de materias primas.
El rubro de alimentos y bebidas, clave para establecer el nivel de consumo, en diciembre arrojó una suba del 29,7%, y se ubicó por encima de la inflación mensual, que fue del 25,5%. En la medición interanual, este segmento fue el que más aceleró los precios en 2023, con un aumento interanual del 251,3%.
Según CAME, la baja en la producción de este sector fue del 15,2% anual, aunque cerró diciembre con un alza de 2,9%. Estos valores se condicen con las subas en los insumos y materias primas que marcaron el mes, lo que se trasladó, a su vez, a las remarcaciones que se vivieron tras las medidas económicas establecidas por el nuevo gobierno.
🔉La industria pyme descendió 26,9% interanual en diciembre y cierra el 2023 con una caída de 2,6%.
En la comparación mensual, la actividad industrial también sufrió una retracción acentuada, que alcanzó al 31,7%.
👉 Accedé al informe completo acahttps://t.co/0R9ReCwJNg#pyme… pic.twitter.com/w49Yleysc8
— CAME (@redcame) January 21, 2024
“Las empresas consultadas señalaron que muchos clientes adelantaron pedidos en noviembre, y eso explicaría la fuerte caída mensual. Así, siendo diciembre el mejor mes del año para este sector, para muchas industrias terminó siendo el peor”, establece el documento de la CAME.
En cuanto al sector de indumentaria y textiles, las mediciones muestran que la retracción fue del 10,2% anual. “La caída interanual se explica porque las empresas arrancaron con producción más intensa en octubre y noviembre, anticipando un fin de año electoral de mucha incertidumbre, con expectativas devaluatorias y cambios en las regulaciones de la importación. Por eso, diciembre fue atípicamente tranquilo. El 54% de las empresas consultadas reportaron dificultades en la reposición de stock, levemente por debajo de noviembre”, detalla.
La producción de maderas y muebles también se desplomó en el año, con bajas del 34,4%. Esto se debió, en parte, a que muchas empresas tuvieron frenados los pedidos por la falta de precios y el encarecimiento de la madera. También en este segmento uno de los mayores problemas fue el acceso a la materia prima, además de la incertidumbre de las elecciones y el cambio de gobierno, lo que repercutió directamente en los hábitos de consumo de la gente.
Otros rubros con fuertes caídas fue maquinarias, equipos y material de transporte, con una contracción anual del 35,7%; la producción de químicos y plásticos, que cayó un 32,9%, tras la suspensión de ventas de insumos, y papel, cartón, edición e impresión, que disminuyó la producción un 32,7% interanual. En este último caso, como indica CAME, a los problemas de insumos y precios se les sumaron los cortes de energía.