"Estoy agotada, no puedo más. Todos los días una compañera es golpeada brutalmente por esta policía salvaje, y aunque presentemos denuncias en los juzgados, y enviemos informes a Amnesty International y a otros organismos internacionales, no paran de golpearnos". Quien dice esto es una de las máximas exponentes del movimiento gay argentino. Se llama Lohana Berkins y es la primera travesti en la Argentina que asesora a un diputado en la Legislatura porteña.
El miércoles 24, Lohana estaba reunida con la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos -de visita por Buenos Aires- y los organismos de derechos humanos argentinos. En medio de la reunión un llamado a su celular la obligó a correr hacia la comisaría 25, de Palermo. Una travesti, Mónica Mamani, había logrado llamarla luego de varias horas de detención, y tortura.
Según surge de las denuncias por torturas presentadas al juzgado de instrucción Nº 27 y a la Defensoría del Pueblo, Mónica fue detenida junto a otra amiga travesti por un móvil policial en Oro y Godoy Cruz, de esta capital. Eran las cinco de la mañana y la calle estaba desierta. "Dame los documentos" le pidió el policía, y al ver que se trataba de una travesti, inmediatamente comenzó a agredirla con insultos y a tirarle del cabello, a pegarle manotazos en el rostro y a rociarle un spray con gas en el rostro.
Pero el policía no actuó solo, ya que al rato se le sumó un móvil con cuatro agentes. Juntos, jugaron al "fútbol" con el cuerpo tendido sobre el piso. Mónica era "peligrosa", tal vez por eso fue esposada casi desde el principio del partido. Luego la subieron a un auto de civil y la trasladaron a la comisaría, donde pidió llamar a Lohana Berkins, algo que en apareciencia fue inconveniente para el comisario. "Las travestis son una mierda, me tienen harto. Putos sucios, gordos de mierda, vayan al puerto", fue una parte del testimonio que llegó hasta oídos de Mary Robinson el viernes siguiente, cuando recibió un informe con los detalles de los hechos.
Lohana y muchas de sus compañeras travestis, transexuales y lesbianas, volverán a marchar este sábado al Congreso Nacional. Tal vez este año haya algo más de gente acompañándolas; algunos por solidaridad con sus reclamos, pero también muchos por curiosidad.
DIEZ AÑOS DE LUCHA
"Volveremos a reclamar que ‘no nos maten’ por elegir una opción sexual distinta", anticiparon los organizadores de la décima "Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Travesti, Transexual y Bisexual", en la que se conmemora la formación del primer grupo activista homosexual de la Argentina, que se conoció en 1967 como "Nuestro mundo"
Las organizaciones defensoras de los derechos por opción sexual, acompañadas por otros organismos humanitarios se concentrarán el sábado 3 a las 18, en la Plaza de Mayo. Desde allí se movilizarán por la Av. de Mayo hasta el Congreso en una Carroza que hará alusión a la unión civil, un viejo reclamo que hace pocos meses ingresó a la Legislatura porteña.
HACIA UNA NUEVA UNIÓN CIVIL
Julio Maier es el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires y una de las opiniones que solicitó la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura para expedirse sobre el llamado proyecto de Unión Civil. Aunque aún faltan las respuestas del Colegio Público de Abogados y de juristas de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de Palermo, no muchos esperan que la inciativa presentada tenga el visto bueno de los expertos. "Las relaciones civiles fueron delegadas por los Estados locales al Gobierno Federal, en este caso el Congreso de la Nación, para sancionar el Código Civil, y por ende, la regulación del estado civil y la familia", dice Maier en su respuesta.
Sin embargo, el proyecto ideado por la jueza del fuero familiar de los tribunales de San Isidro. Graciela Medina, e impulsado por organizaciones como la CHA, propone la creación de un registro similar al civil, para las personas convivientes, al tiempo que reconoce a las parejas el derecho a percibir una pensión por viudez y a percibir herencias, entre otros puntos.
De cualquier manera, aún falta un largo camino para conocer la suerte de este proyecto en Buenos Aires que a priori no pasaría por la esfera de la ciudad, pero que por primera vez institucionalizaría el comienzo del fin de la discriminación por género en Argentina.
CELEBRANDO LAS DIFERENCIAS
"Hablamos de Orgullo para enfrentar la vergüenza que quisieron enseñarnos por ser personas gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales", dijo la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) en un comunicado.
Es que para muchos ha sido un enorme esfuerzo reconocer su propia identidad sexual en una sociedad que condena la diferencia. Sobreponerse a esta discriminación, incluso hasta de sus propias familias, ha sido para ellos siempre "un motivo de orgullo". Y eso es lo que este sábado recordarán.