“La cuarta edición de VideoBardo que hacemos ahora, de fines de noviembre a principios de diciembre, tiene varias particularidades respecto de las anteriores. Una es que tiene una consigna primordial, que es “Por la Tierra”. El principal tema (aunque no exclusivo) es el de la Tierra, con la problemática de los cambios climáticos y ambientales. Otra particularidad es que se va a realizar el primer simposio de videopoesía, algo que es un tanto inédito en este campo. Se van a hacer ponencias teóricas a cargo de diferentes artistas y escritores del mundo, que van a teorizar y realizar sus exposiciones respecto a la videopoesía. Al día de hoy no hay un cuerpo teórico y académico al respecto. Otra particularidad es que vamos a realizar la inauguración de una feria de Video-verbo-instalaciones, en la cual se interviene la palabra y el lenguaje, que se va a hacer en el Centro Cultural de España”.
“Además, estamos presentando un video hecho por nosotros sobre la base de un CD grabado por Tom Lupo y León Gieco sobre la poética de Oliverio Girondo, llamado Giro hondo”.
“Vamos a presentar un corto con dos poemas y después seguiremos trabajando con los restantes. También va a haber, como siempre, proyecciones de cortometrajes, que es lo más tradicional, así como lectura de poesías y performances poéticas en vivo con varios artistas”.
“Definir la videopoesía es algo muy interesante y, paradójicamente, difícil de hacer. Básicamente, hay dos definiciones. Algunos entienden la videopoesía como el lenguaje audiovisual realizado en forma poética. Lo audiovisual es un lenguaje. Tomar ese lenguaje en forma poética y artística se entiende como video de poesía o cine de poesía. El cine de poesía es una construcción que utilizó Pier Paolo Pasolini en su momento. Otra concepción, que es la que usamos nosotros, pero sin descartar la otra, es un trabajo audiovisual en el que se incluye, de manera protagonista, el lenguaje verbal, ya sea la palabra o el discurso. De manera que imagen, sonido y palabra son una tríada que forma esta cuarta obra que es el videopoema”.
Impasse 1: Artista multifacético, Javier habla con un dejo de timidez pero con mucha simpatía. Firme en sus convicciones, ilustra con palabras su pensamiento respecto a lo que significa la poesía en su mundo.
“Creo que la poesía tiene mala prensa. Me llama mucho la atención algo que pasa en nuestro país. En la Argentina, si decís que sos poeta, la gente te mira y te dice: “Pobre tipo”. Pero en otros países, como Chile, decís que sos poeta y te miran con admiración. En Chile, el poeta es mucho más considerado popular y socialmente. Ellos cuidan mucho a sus poetas, como Neruda, Gabriela Mistral o Vicente Huidobro. Acá, salimos de Borges y no se conoce mucho más. Ni siquiera a Girondo. Rescato eso de Chile, la consideración que les tienen a sus poetas y lo mucho que conoce la gente sobre poesía”.
“Acá, la poesía es como una hermanita pobre. Hay una cuestión generalizada, en la que el poeta aparece y dice “Perdón, ¿puedo leer una poesía?”. Él mismo se mete en un lugar de pobrecito, cuando tendría que ser totalmente al revés. El poeta es alguien que trabaja la palabra en su país y su lugar. Para mí, es el guardián de la palabra, del lenguaje. Por eso, me metí en la videopoesía”.
“Me defino absolutamente como poeta, o un “intento de” (risas). Trato de arrimarme a eso. Como poeta, advertí que estamos frente a una revolución del lenguaje. Estamos pasando de un lenguaje verbal a otro, a un verbo audiovisual. Nos guste o no, por el avance de la tecnología y los medios tecnológicos, el lenguaje audiovisual se mete cada vez más en la cultura. Eso ya lo podía ver en 1996, cuando creé la revista VideoBardo”.
“Todavía no había todos los avances tecnológicos que hay ahora. No había internet en esa época pero se veía que la televisión y el video eran nuevos medios de comunicación y reflexión. Entonces, dije: “Si acá hay un nuevo lenguaje, los poetas tienen que intervenir en su formación””.
Impasse 2: La charla con Javier es amable y rica. Dice, con hilaridad, que si no fuese artista sería “licenciado en Administración, que es lo que soy ahora”. Admite: “Dudé mucho. Pensaba que el arte era una boludez y esas cosas al tiempo que estudiaba la licenciatura, hasta que el artista me buscó y me encontró de nuevo”.
“La tecnología siempre se llevó con la poesía. Para escribir necesitás un lápiz y un papel, y eso ya es tecnología. El papel es tecnología, antes no existía. La imprenta también es tecnología, que antes no existía. La tecnología siempre estuvo ligada al lenguaje y a la escritura. Y siempre lo transformó. No era lo mismo escribir con un cincel o una piedra que con una máquina de escribir que, a su vez, es otro elemento tecnológico que transformó la escritura. Así que la tecnología siempre va de la mano del lenguaje. Tal es el caso de internet, que transformó todo de manera radical. Que haya tanto acceso a la información no conspiró contra la creatividad del poeta”.
“Este sabe distinguir y puede utilizar eso a su favor. Tiene que ser hábil con el caudal informativo y saber separar la paja del trigo, lo cual es difícil a veces. El separar lo que es información y lo que es basura. La información falsa que hay en internet es mucha y el peligro es ese, el tomar algo que se ve en internet como real cuando no lo es. Ese es el peligro que tiene, pero es de más fácil acceso a todo”.
“Eventos como el Festival, para que logren la masividad que se merecen, necesitan más apoyo oficial y a nivel de políticas culturales, tanto del Gobierno de la Ciudad, de provincia y nacional. Somos uno de los festivales más antiguos y más reconocidos a nivel mundial. Sin embargo, no tenemos ningún apoyo pero sí intercambios materiales con festivales de videopoesía de todo el mundo, de Canadá, Alemania, India, Ucrania. Tenemos un archivo que es de los más importantes de videopoesía, desde el año 1996, y nunca recibimos un apoyo de nadie. Solamente ahora logramos el apoyo de la Municipalidad de Quilmes”.