Un nuevo capítulo se escribió este miércoles en la novela que protagonizan el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y la diputada nacional Elisa Carrió, cuando la precandidata presidencial de la Coalición Cívica decidió recoger el guante y aceptar el desafío del ministro coordinador a realizarse una rinoscopía, luego de que Lilita acusara al senador Juan Manuel Abal Medina de asistir “pasado de droga” al Congreso Nacional.
Incluso, Carrió fue más allá y aseguró que está de acuerdo con que se someta a la presidenta Cristina Kirchner a un “estudio psiquiátrico”. “Yo también me propongo. Y rinoscopía también, que me hagan pero que se lo hagan todos”, agregó.
Los dichos de la socia política de Mauricio Macri generaron gran malestar en el Gobierno. A tal punto que, mientras Abal Medina anunció que iniciaría acciones judiciales contra la legisladora, Fernández se quejó: “No tiene otra forma de vivir que destilando odio”.