La última encuesta realizada por consultora Management & Fit, que fue analizada en la cumbre partidaria que la UCR celebró en Córdoba hace doce días reveló que el 51,3% de los consultados afirma que “no votaría una alianza entre un candidato del espacio radical-socialista del FAU y el PRO”.
A partir de esta consideración, analistas consultados afirmaron que los encuestados no comparten la lógica peronismo – antiperonismo que plantea la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
En ese sentido, destacan que un acuerdo entre el FAU y el PRO a nivel nacional no sumará votos de manera aritmética, ni garantiza la llegada al ballotage. Ni siquiera, el alineamiento entre las distintas figuras de UNEN –Julio Cobos, Hermes Binner, Ernesto Sanz, Fernando Solanas y Carrió– es homogéneo porque las diferencias que ellos exhiben se traslada también a los votantes del frente, consideran.
“La verdad es que la gente no está pidiendo, como en elecciones anteriores, que se unan todos para ganarle a alguien porque ahora no hay nadie a quien vencer“, afirmaron en declaraciones a El Cronista.
Es por eso que, al menos por ahora, a la gente le dan miedo esas uniones temporales que son poco sustentables en el tiempo. “Hay muchos ejemplos en sus recuerdos de estas situaciones y por eso no lo ven positivamente”, explica la directora de la firma, Mariel Fornoni, ttitular de la consultora.
En la misma línea se expresa Hugo Haime, titular de la consultora homónima realizó un trabajo que reveló que “las fórmulas del estilo Macri-Cobos no sólo no suman, sino que debilitan las candidaturas del PRO y UNEN, reduciendo la carrera electoral a una competencia entre Massa y Daniel Scioli”.
A partir de este panorama, la UCR –el partido con mayor poder territorial del frente– autorizó sólo la negociación de alianzas provinciales y municipales con el PRO, que ya están en marcha. Y pese a que su titular, Sanz –a diferencia de Cobos, Binner y Solanas– no es reacio a un acuerdo nacional con Macri, propone por ahora dejar la discusión para más adelante. Carrió, siempre la duda.