La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, hizo un crudo diagnóstico de la situación de las escuelas en todo el país y tildó de “populismo educativo” las medidas que flexibilizan los requisitos para pasar de año, implementados por varias provincias ante la pandemia.
Fue en una mesa de diálogo enfocada en la educación y su vinculación con el ámbito de la producción, que tuvo lugar en el ciclo ciclo “Democracia y Desarrollo”, organizado por Clarín. Allí habló sobre lo que dejó la pandemia, defendió las prácticas profesionales de los alumnos de la secundaria, apuntó contra los sindicatos y volvió a reafirmar la decisión de prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las aulas.
Acuña afirmó que la Argentina “no tiene un plan de desarrollo a nivel educativo y que actualmente existe una crisis producto de la pandemia. No sabemos cuántos alumnos dejaron la escuela y no volvieron en todo el país, ni el nivel educativo pospandemia”.
Para la ministra, existen cinco problemas que tiene el esquema educativo actual y explicó: “El primero es haber creído que cantidad era el opuesto a calidad. Llegamos a todos los chicos, extendimos la obligatoriedad de la escuela, pero no preguntamos qué aprenden”.
Luego apuntó contra lo que calificó como “populismo educativo” al sostener: “Fue cuando hicimos que la inclusión vaya empujando de a poco la exigencia. Para que todos estén adentro de la escuela no evaluamos, no miramos. La escuela deja de ser el lugar donde se enseña y es el lugar donde se contiene y se da de comer. Es una falsa mirada de la inclusión”.
Acuña puso el foco en los sindicatos y el espacio que tienen dentro de los Ministerio de Educación. “Fue cuando los derechos de los docentes pasaron a ser más importantes que los derechos de los chicos”, consideró, al tiempo que analizó que existe un “federalismo mal entendido” causado por “la falta de un mismo nivel educativo en las 24 jurisdicciones del país”.
La ministra de Educación porteña sostuvo que existe una “desvinculación del modelo educativo del modelo de desarrollo económico. Cuando empezamos después de la democracia a hacer énfasis en la formacion de ciudadanos críticos nos olvidamos de pensar qué tienen que aportar al desarrollo económico”.
▶ La escuela del futuro
Para la ministra, uno de los desafíos que enfrenta la educación es “formar en competencias en lugar de formar en contenidos”, preparando alumnos para trabajos que hoy no existen “¿Qué es lo que vamos a enseñar si no sabemos de qué van a trabajar?”, reflexionó.
Consultada sobre si los docentes estaban preparados para avanzar con esta forma de enseñar, Acuña respondió que “no. No tenemos un sistema de formación docente que nos garantice el modelo. Pero es porque no tenemos un modelo de desarrollo del país que lo fomente. Tenemos un sistema formador enorme, con más de 1100 institutos pero que son para necesidades locales y no para un desarrollo productivo a nivel nacional”.
A la par, pidió que se revalorice la imagen del docente. “Hay que valorar la función docente, ha ido cayendo con el paso del tiempo. Tenemos que ser mas exigentes con la formación, acompañar con salarios que correspondan”, dijo.