Los jefes de Juntos por el Cambio (JxC) buscan aplacar los conflictos por el armado electoral en las provincias, pero la falta de un conductor nacional y la pelea entre las figuras del espacio por la candidatura presidencial tensiona al maximo las negociaciones en los distritos que Desdoblan los cómicos.
La crisis en la cúpula de Pro quedó expuesta en la noche del martes en Salta, cuando representantes de Horacio Rodríguez Larreta quisieron dar marcha atrás con un acuerdo impulsado por Patricia Bullrich y Martín Lousteau, que fue rechazado por los referentes del Pro salteño.
Bullrich niega la validez de la maniobra. Cerca suyo afirman el encuentro del Consejo Nacional de Pro impulsado por el larretismo no respetó el “protocolo” de convocatoria. “Fue una reunión trucha, organizada por WhatsApp. Violaron el mecanismo institucional: no tiene legitimidad”, dijo la exministra.
Lousteau negoció con el sector de Bullrich, titular del partido fundado por Macri, para llegar a un acuerdo e impedir una fractura en el distrito gobernado por el peronista Gustavo Sáenz, que busca su reelección en las elecciones del próximo 14 de mayo.
La titular de Pro logró incluir en la alianza opositora al Frente Plural, que preside Matías Posadas, un funcionario de Sáenz. Fue luego de una conversación telefónica entre Lousteau y Bullrich, según la versión de los voceros radicales. “Habemus unidad”, confirmaron los colaboradores de la exministra, quien autorizó a su interventor, Alejandro Ávila Gallo, a firmar el acta.
Sin embargo, los armadores de Larreta resistieron la decisión y pidieron respetar la voluntad de los representantes locales de Pro, que rechazaron la incorporación de Posadas. Es curioso: en este caso, Lousteau modificó concordar con Bullrich pero no con Larreta, su aliado más estrecho en Pro. El miércoles, el senador y el jefe porteño se vieron en la reunión de Gabinete ampliado de la Ciudad.
En las filas larretistas dicen que la pretensión de sumar a Posadas responde a los intereses locales de los radicales y de Bullrich. Es más, sospechan que tanto en Salta como en Tierra del Fuego hubo presuntos contactos con Sáenz y el gobernador fueguino, Gustavo Melella (Frente de Todos), para que le aporten estructura y le cuiden la boleta en las elecciones nacionales. En el entorno de Bullrich niegan de forma tajante esa “operación” del larretismo.
Bullrich machaca con que tiene una mirada estratégica distinta a la del larretismo respecto al rol de Pro en el conglomerado opositor. Cree que debe salir de la visión individualista y tejer alianzas con sus socios de JxC para preservar la unidad. Según los voceros de la titular de Pro, Macri estuvo de acuerdo con preservar la unidad de Juntos por el Cambio (JxC) en Salta.