Fuerte debate en torno al aborto no punible

Fuerte debate en torno al aborto no punible

Mientras el diputado Ricardo Busacca (PPC) piensa que "se sigue avanzando en la destrucción de la familia" y que "la eutanasia y el infanticidio serán sus próximas conquistas sociales", su par, Eduardo Peduto (FG), prefiere pensar que las declaraciones de Busacca "se tratan de una desafortunada confusión ya que de lo contrario sería para preocuparse seriamente"


Ricardo Busacca había salido con los botines de punta respecto de la realización del "Foro para la Reglamentación del Aborto no Punible", expresando que "es lamentable que legisladores de esta ciudad inviertan sus energías organizando un encuentro para tratar de justificar que es correcto la muerte de inocentes". Continuó diciendo que "con esto lo único que se logra es reducir el problema a un grado de utilitarismo tal, como si traer un hijo a la tierra es igual que elegir cuando tener un auto nuevo o hacer un viaje de placer".

Mientras tanto, Eduardo Peduto piensa que "cuando la mujer debe para salvar la vida, consentir la realización de una práctica médica que interumpa el embarazo que porta, no es que esté adoptando una elección liviana como indica el diputado Busacca. La mujer que deseó intensamente la llegada de ese hijo que nunca acunará, no decide sino que opta. Opta por su preservación y la del grupo familiar al que pertenece, por la garantía de mantener con vida a la madre de otros hijos que, de no actuar así quedarían huérfanos".

A Busacca no le extraña nada de "estos legisladores que ayer nos explicaban las ventajas de los matrimonios entre personas del mismo sexo y hoy nos proponen seguir avanzando en la destrucción de la familia. Seguramente la eutanasia y el infanticidio serán sus próximas conquistas sociales" ironizó.

"La situación que describí anteriormente -explica Peduto- se hallaría en las antípodas de los valores que pretende defender Busacca. Deduzco que se ha tratado de una rencilla ideológica con los convocantes y prefiero pensar que se trata de una desafortunada confusión. Lo contrario sería para preocuparse seriamente ya que convertir al pecado en delito y llegar al extremo de refrendarlo en las políticas públicas y la legislación positiva, constituye un elemento discriminatorio para quiénes no piensan así, y por tanto no se sienten obligados por deberes morales perfectos" terminó Peduto.

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